Choques entre policías y manifestantes leales al presidente derrocado Mohammed Morsi dejaron como saldo tres muertos el martes, en la primera jornada de votación sobre el borrador de una nueva constitución que representa un hito en la hoja de ruta respaldada por los militares.

 

Se puso en marcha un gran operativo de seguridad para prevenir sabotajes por parte de seguidores de Morsi y militantes islamistas.

 

Fuentes de la seguridad egipcia, que hablaron bajo la condición de no ser identificadas por no estar autorizadas a hablar con la prensa, dijeron que la policía abrió fuego sobre unos 300 manifestantes en la ciudad de Sohag, en respuesta a disparos desde los tejados.

 

La votación de dos días, que comenzó el martes, es un fuerte golpe a la campaña de la Hermandad Musulmana de que Morsi vuelva al poder y allana el camino para que el principal general del país se postule a la presidencia.

 

Las autoridades emplazaron una gran operación de seguridad para proteger los centros de votación y a los votantes contra posibles ataques de extremistas leales a Morsi, con 160.000 soldados y más de 200.000 policías en esta nación de unos 90 millones de habitantes. Los vehículos no pudieron estacionar o pasar junto a los centros de votación y las mujeres fueron registradas por agentes femeninos. Varios helicópteros militares sobrevolaron El Cairo y otras ciudades importantes.

 

En los días anteriores a la votación, Egipto pareció más un país encaminado a una guerra que uno preparándose para una presunta transición a la democracia. El gobierno y los medios de comunicación, mayoritariamente a favor de los militares, consideraron la votación como clave para la seguridad y estabilidad y en ese apartado no puede haber disidencia.

 

Centenares de miles de volantes y carteles de todo tipo pidieron a los egipcios que voten “sí”. Los carteles y la publicidad a favor del “no” terminaron en detenciones.

 

El referendo es la sexta consulta nacional desde que el autoritario Hosni Mubarak fuera derrocado por un levantamiento popular en el 2011, con las otras cinco las más libres vistas en Egipto. Aunque seguramente no serán afectadas por el fraude, la votación tiene lugar cuando muchas de las libertades ganadas en el levantamiento que derrocó a Mubarak han desaparecido en los meses que siguieron a la salida del poder de Morsi tras un año en el cargo.

 

Las mujeres y los ancianos estuvieron muy representados en casi todas las filas para votar en El Cairo. El ambiente fue generalmente optimista, hostil hacia la Hermandad Musulmana y con la esperanza de que la nueva constitución traiga mejores días.

 

Poco antes que abrieran los centros de votación, una carga explosiva fue detonada frente a un tribunal de El Cairo, que dañó la fachada del edificio pero no provocó víctimas.

 

“!Perros, traidores!” gritó un hombre que pasó en motocicleta frente al juzgado de Imbaba tras la explosión. Una fila de votantes en un cercano centro de votación respondió al unísono: “!Viva Egipto!”.