Editorial Ejea se caracterizó por la publicación de historietas de corte muy popular, con tramas sencillas, divertidas y muy atrayentes para el público en general, algo que hizo que fueran desdeñadas por muchos, llamándolas literatura de albañil o cuentitos de mecánicos. Entre sensacionales de chafiretes y héroes de la lucha libre aparece una publicación con tintes sangrientos y grotescos, hecha para ese pequeño y morboso ser que habita en cada mexicano.
Desastre crea historias en base a catástrofes y nota roja, tanto de México como del mundo. Tomaba un acontecimiento relevante y terrible para realizar un trama entorno a personajes hallados en una catástrofe, todo con una buena dosis de sangre, desmembramientos y horror. La historieta se publicó por 1986 y dejó de aparecer en los puestos de revistas allá por 1997.
Las narraciones giraban alrededor de varios escenarios como: la guerra de Vietnam, accidentes aéreos, el sismo del 1985, el ataque nuclear estadounidense a Japón, por nombrar sólo algunos, en otros números se tomaban notas rojas publicadas en los periódicos del país, para llevarlas a las páginas de la historieta como previo de la historia principal.
La calidad gráfica e ilustraciones variaban entre los números publicados; algunos eran de gran calidad y en otros, un tanto lamentables, muestra la creación de manera industrial de la historieta que llegó a vender casi medio millón de ejemplares a la semana. Eso sí, el trabajo de argumento era bueno, ya que las historias podían hacer que el lector se identificara con los protagonistas, o bien, odiara a uno en particular.
Para mediados de los 90 se desató una censura hacia los cómics de Editorial Ejea, lo que forzó a marcarlos como: “Para mayores de 18 años” y obligando a reducir el tiraje de algunas de sus historietas y cancelar diversas publicaciones entre ellas Desastre, por ser considerado excesivamente violento y sangriento.
La historieta ganó varios adeptos y seguidores que lo mantienen actualmente en estatus de culto; existe en internet un par de blogs que hablan de Desastre Si quieren obtener alguno tendrán que recurrir a los sitios de subasta o en puestos de revistas atrasadas, perdido en algún paradero de estación del metro, vale la pena si son fanáticos de gore.