Editorial Ejea se caracterizó por la publicación de historietas de corte muy popular, con tramas sencillas, divertidas y muy atrayentes para el público en general, algo que hizo que fueran desdeñadas por muchos, llamándolas literatura de albañil o cuentitos de mecánicos. Entre sensacionales de chafiretes y héroes de la lucha libre aparece una publicación con tintes sangrientos y grotescos, hecha para ese pequeño y morboso ser que habita en cada mexicano.
Desastre crea historias en base a catástrofes y nota roja, tanto de México como del mundo. Tomaba un acontecimiento relevante y terrible para realizar un trama entorno a personajes hallados en una catástrofe, todo con una buena dosis de sangre, desmembramientos y horror. La historieta se publicó por 1986 y dejó de aparecer en los puestos de revistas allá por 1997.