BERLÍN. Tres días después de que el presidente Obama revelara sus intenciones de reducir el alcance del espionaje en el tema de metadatos (conversaciones telefónicas de gran escala), ayer suavizó sus palabras: “Nuestras agencias de inteligencia, al igual que las agencias de inteligencia alemanas, y todas las otras agencias de inteligencia, continuarán interesándose en las intenciones de los gobiernos en todo el mundo. Eso no cambiará”, afirmó de manera tajante Obama al canal de televisión público ZDF.
Sin embargo, precisó que la canciller Angela Merkel no debe “preocuparse” por eso a pesar de que uno de sus teléfonos celulares fue sometido a vigilancia por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, lo que provocó un escándalo en Alemania.
El presidente norteamericano insistió en que no permitirá que esa vigilancia perjudique a sus relaciones de “amistad y confianza” con Merkel.
“Puedo decir esto: mientras yo sea presidente de Estados Unidos, la canciller de Alemania no tiene que preocuparse por eso”, declaró.
Estas prácticas fueron reveladas el año pasado por el ex consultor de la NSA Edward Snowden, en un caso que afectó profundamente la relación transatlántica.
“No tiene sentido tener un servicio de inteligencia si hay que limitarse a lo que se puede leer en (el diario norteamericano) The New York Times o (el semanario alemán) Der Spiegel“, agregó.
Alemanes escépticos
En Alemania, cuyas relaciones con Estados Unidos han sido normalmente privilegiadas, las declaraciones de su presidente fueron recibidas con reservas, y se espera que “sus compromisos se concreten”. Posición compartida en Bruselas por parte de la Unión Europea.
En tanto, la fiscalía general alemana ya se plantea abrir un proceso en contra de EU debido al espionaje telefónico que hicieron los servicios secretos norteamericanos al teléfono celular de Merkel, indica la revista Der Spiegel en su edición de la próxima semana.
Según la revista, el fiscal general, Harald Range, examina desde hace meses si hay suficientes indicios para abrir un sumario por el espionaje realizado en suelo alemán.
Der Spiegel asegura que la fiscalía divide el tema en dos campos. Por un lado, está el tema de la recolección sistemática de datos telefónicos de ciudadanos alemanes por los servicios secretos alemanes y, por otro, el caso concreto del espionaje a Merkel.
Mientras que en el primer caso, según “Der Spiegel”, la fiscalía considera que no hay suficiente material para abrir un proceso, en el segundo caso Range considera seriamente la posibilidad de empezar a investigar, lo que además le permitiría salir al paso de críticos que sostienen que la justicia alemana da un trato especial a EU.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Bundestag (cámara baja del parlamento alemán), Norbert Röttgen, miembro del partido conservador CDU, de la canciller Merkel, consideró que las manifestaciones de Obama son “técnicas (…) Lamentablemente, no responden al verdadero problema”, señaló al diario Tagesspiegel, en su edición de este sábado, señalando una “divergencia transatlántica” en cuanto a la ponderación de la libertad y la seguridad.
La confianza de Alemania con su socio norteamericano no estará restaurada “hasta que hayamos firmado un acuerdo que proteja de manera estrictamente jurídica los datos de todos los ciudadanos”, declaró al diario Bild am Sonntag, en su publicación de este domingo, el ministro de Justicia, el social-demócrata Heiko Maas.
Barak Obama es esperado en Bruselas el próximo 26 de marzo, por lo que tendrá la posibilidad de expresarse directamente ante sus aliados europeos. “La confianza en la utilización de flujos de datos por parte de Estados Unidos quedó afectada por las revelaciones sobre sus programas de espionaje, y es necesario reestablecerla”, explicó el viernes la Comisión Europea.