El plazo es este día, nada más. O Pumas gana o la crisis estallará porque el director deportivo del equipo, Mario Trejo renunciará a su trabajo. El sinodal para el examen de los universitarios es la escasamente poderosa escuadra de los Delfines de Ciudad del Carmen, y el torneo es la Copa MX.

 

Mario Trejo ya avisó que en ese duelo los felinos jugarán con la mayoría de sus titulares, para tratar de salvar su puesto. Dijo lo anterior tras una reunión de emergencia a la que convocó el rector de la UNAM, José Narro, para pedir explicaciones por el desastre del equipo.

 

El rector les exigió resultados, aunque según él se mostró confiado en que los conseguirán. “Esa exigencia es la que nosotros nos marcamos. Hay que ganar, esto es de ganar, ya estuvo bien de explicaciones, ya estuvo bien de proyectos, de esperar…”, afirmó.

 

Otro Trejo, José Luis, es el que dirige a los Pumas. Es el responsable de los últimos resultados. Contratado como la salvación del equipo a la llegada de Mario de vuelta como director deportivo, ha dado nulos resultados. Ha dirigido 12 partidos y suma seis derrotas contra una sola victoria, en septiembre pasado.

 

¿A quién le extraña? Se dice que José Luis sufre de una maldición después de renunciar al Pachuca tras hacerlos campeones en el Clausura 2006. Jugó la Final ya arreglado con los Tigres y se marchó de los Tuzos prácticamente sin despedirse. Desde entonces ha ganado sólo 19 de 89 partidos disputados y ha perdido ¡41! Sólo consiguió entrenar a un equipo un torneo completo, en todos los demás fue contratado como bombero o fue despedido por malos resultados.

 

Ese fue al que contrataron para salvar a los Pumas. Y ese es el entrenador que va a seguir al frente del proyecto según Trejo, aunque él se vaya.

 

Pero tampoco hay que tomar muy en serio la advertencia del directivo porque dijo que sólo se quedaría si el rector se lo pidiera (ya se lo pidió el domingo) y además, si Pumas empata no necesariamente él renunciaría.

 

Los Pumas viven una maldición similar a la de Trejo. Desde que fueron campeones en el Clausura 2011 sólo han calificado una vez a la Liguilla, para terminar sirviendo de escalón al América en el Clausura 2013. En ese lapso desde el título acumulan 38 derrotas por sólo 26 victorias.

 

Los problemas que se avizoran para los Pumas serán a partir del próximo año futbolístico, cuando perderán 39 puntos en la lucha por el no descenso, y estarán peleando en el fondo de la tabla por la permanencia. Pumas nunca ha descendido a la división inferior.

 

El partido ante los Delfines, que por cierto, tienen como asesores a dos ex pumas de épocas gloriosas: Jorge Campos y Claudio Suárez, es la tabla de salvación que ve Mario.

 

“Vamos a ir con la mayoría de los jugadores titulares, también buscando revertir esa situación. Cuando menos con un buen triunfo, vamos a ir con mejores ánimos a Tigres (el próximo fin de semana en Monterrey), entonces todo va a ir partido a partido”, dijo.

 

“Si a Delfines, con todo el respeto que me merece Delfines, no le podemos ganar en nuestra cancha, con nuestra afición, con nuestro cuadro titular en su gran mayoría… ¡Caramba!”, finalizó.