WASHINGTON. El ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), Edward Snowden, considera “absurdo” que algunos legisladores de su país le acusen de haber revelado los programas de espionaje estadunidenses con la ayuda de Rusia.
“Claramente y sin ningún tipo de duda, yo actué solo. Con ninguna ayuda de nadie, mucho menos de un Gobierno. Esas acusaciones son falsas, y los estadunidenses son más inteligentes de lo que los políticos creen”, dijo en una entrevista concedida a la revista The New Yorker desde Moscú, donde permanece huido de las autoridades de su país.
Estas declaraciones llegan después de que el legislador republicano Mike Rogers, que encabeza la comisión de Inteligencia en la Cámara de Representantes, sugiriera que el Gobierno ruso había ayudado a Snowden en sus filtraciones sobre la NSA con los argumentos de que “es un ladrón que tuvo alguna colaboración” y de que “no puede ser coincidencia que haya acabado en Moscú”.
“Si yo era un espía ruso, ¿Por qué Hong Kong?, y por qué, entonces, me quedé atrapado en el aeropuerto eternamente cuando llegué a Moscú. A los espías se les trata mejor que eso”, esgrimió el ex analista.
Las revelaciones de Snowden el año pasado sobre los programas de espionaje de la NSA desembocaron en un escándalo internacional ahora más vigente que nunca, ya que la semana pasada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció una batería de reformas en la agencia en respuesta a las críticas por esta polémica.
Hace nueve meses ya desde que el exanalista de la NSA desveló el espionaje y todavía cada semana siguen apareciendo en los diarios estadounidenses nuevas informaciones basadas en los documentos que él proporcionó a la prensa.
Durante este tiempo, no ha cesado la especulación sobre si Snowden recibió ayuda, por qué lo hizo y, sobre todo, cómo lo hizo, aunque según una fuente del FBI citada la semana pasada por el New York Times, la conclusión de esta agencia es que “actuó solo”.
“Rusia nunca fue mi lugar de asilo previsto. Sólo estaba de paso, pero el Departamento de Estado decidió que me quería en Moscú y canceló mi pasaporte. Si pudiera viajar sin la interferencia de EU, por supuesto que lo haría”, afirmó Snowden.
El ex analista defendió asimismo en la entrevista, publicada hoy, que su intención con las filtraciones fue ayudar, no perjudicar a su país.
“Nadie, en nueve meses, ha podido mostrar de manera creíble algún daño para la seguridad nacional provocado por mis revelaciones, ni siquiera un intento. El propio presidente admitió que los cambios eran necesarios y que él cree que el debate que despertaron mis acciones nos hará más fuertes”, consideró.
Y concluyó: “Al menos los estadounidenses tienen su sitio en la mesa ahora. Quizás suene manido, pero aunque yo acabe apartado en una cuneta, si mis revelaciones ayudan al país, todo habrá valido la pena”.