El estigma data de los años 80, de aquella época dorada americanista; para ser más precisos, de la final en que los emplumados vencieron a los Pumas en la campaña 1984-85, en el estadio La Corregidora de Querétaro, con una polémica actuación del árbitro Antonio R. Márquez. Desde entonces es lugar común decir que al América le favorecen los de negro.
Decenas y decenas de jugadas polémicas se han acumulado, reclamos de los técnicos contrarios, pasando por el mismísimo Miguel Herrera en su etapa como rival de los americanistas, hasta los más actuales, como el de la fecha uno de Ricardo Ferreti, técnico de Tigres, y su: “El América es el único equipo que juega con 12”, o la declaración de Luis Montes, volante leonés dolido por la derrota ante los amarillos del sábado pasado y el penalti no marcado para su equipo, a cambio del que sí concedió el juez Paul Delgadillo al rival. Montes terminó expulsado por gritarle al árbitro: “Vete a festejar con ellos (los americanistas)”.
Desgraciadamente para los azulcrema los números los colocan más en el torbellino. No es especulación: América es el equipo al que más penaltis le marcaron a favor en todo 2013. Un total de 11 en todo el Apertura y Clausura 2013, 12 si se le suma el del sábado anterior ante León, una cantidad que supera los nueve con los que se vio beneficiado Cruz Azul, su más cercano perseguidor, en esa estadística.
En su momento, Miguel Herrera, hoy técnico nacional, alegó como mentiras, los beneficios para los amarillos de parte de los de negro, por supuesto vestido de amarillo, porque opinaba de manera muy diferente cuando su banca era la del contrario; mismo caso padece hoy Antonio Mohamed, jugador, prácticamente contrario a los emplumados, y antes técnico; aunque hoy sentado del lado azulcrema.
En medio de la polémica, Raúl Jiménez, delantero americanista quien provocó el cuestionado penalti que dio la victoria a su equipo ante el León, compartió su explicación: “Nos marcan más penaltis porque llegamos más veces al arco rival”. No se lo inventa. América fue el equipo en 2013 que anotó más goles en campaña regular con 61 tantos convertidos en 34 encuentros, mismos en los que fue el conjunto con más llegada al arco contrario.
Por eso el canterano y número nueve de los amarillos trata de no darle mayor relevancia a un asunto que revolotea, o como diría Ricardo Ferretti, es de uso común entre la gente de futbol, respecto a que los árbitros ayudan al América. “Va a ser cuento de nunca acabar, los árbitros son humanos y se pueden equivocar, en la jugada ante el León, sí me cometieron penalti”. Pero esa no es la duda, sino si la falta que recibió fue dentro o fuera del área.
Y todavía remató: “Dicen que compramos partidos y sólo sé qué nadie se prestaría a hacer una cosa de ésas”. Defensa que suena hueca en una larga costumbre de ligar a los amarillos con los de negro; aunque eso sí, en Coapa, ni se dan golpes de pecho, y mucho menos hacen de santos, por eso la sinceridad, y hasta descaro, de Jiménez, quien admite que no corregiría un penalti mal marcado.
En el supuesto caso de que un árbitro le marcara un penalti, se le preguntó, en una jugada en la que él supiera perfectamente que no fue tocado ¿sería capaz de hacer rectificar al de negro?
“No sé, tendría que ser una situación … no sé qué decir, depende no… si vamos ganando 5-0, pues sí”, dijo muy titubeante.
Así que ni tanto, tanto culpables, ni tanto, tanto inocentes.