NUEVA JERSEY. No sale de un escándalo, para meterse en otro. El ex atleta estadunidense Carl Lewis, nueve veces campeón olímpico, acusó al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, de tratar de intimidarlo y disuadirlo de presentarse como senador del estado en el 2011.

 

El hecho se remonta al otoño del 2010, cuando Christie acababa de ganar las elecciones a gobernador y anunció que reclutaría a Lewis como el primer “embajador para el ejercicio físico” del estado. Un cargo que no incluía un salario.

 

Fue hasta la primavera del año siguiente, después de haber ganado una elección interna del Partido Demócrata en New Jersey, cuando el campeón olímpico hizo pública su intención de aspirar a ser el candidato demócrata por este Estado en las elecciones del Senado y competir contra la amiga de Christie, Dawn Marie Addiego.

 

Sin embargo cuando los medios comenzaron a publicar que el atleta daba por hecho postularse, recibió llamadas de un asistente del gobernador, días después fue el mismo Christie quien lo llamó para disuadirlo de presentar su candidatura.

 

“Me dijo que si me presentaba tendrían que cancelar el programa. Por supuesto, sentí que estaba intentando intimidarme”; dijo Lewis.

 

A pesar de la presión, Lewis anunció su candidatura, pero tuvo que retirarse de la contienda después de que un tribunal dictaminara que no cumplía el requisito de residencia por no haber vivido los últimos cuatro años en este Estado norteamericano.

 

Finalmente se mudó a Houston, donde actualmente reside.

 

Christie está en el centro de una investigación de autoridades estales y federales por su supuesta participación en el empleo con fines políticos de una parte del dinero dedicado a la recuperación del territorio tras los efectos del huracán Sandy en octubre de 2013, acusaciones que niegan él y sus asistentes.

 

Christie fue reelegido en noviembre por un margen de 22 puntos sobre la senadora estatal demócrata Barbara Buono.

 

El gobernador republicano se ganó seguidores a nivel nacional como un político de hablar franco y en ocasiones chistoso que se esforzaba por mostrar que podía hallar terreno común con los demócratas en algunos asuntos cruciales, entre ellos la reforma al programa de pensiones de los trabajadores públicos del estado y la facilitación del despido de maestros cuya labor está por debajo de lo que se espera de ellos.

 

Christie ha ofrecido disculpas por el asunto del puente, ha rechazado tener algo que ver con ese plan y ha asegurado desconocer su existencia, y despidió a una subjefa de personal en el centro de la controversia. Pero las interrogantes continúan.

 

El gobierno estatal también enfrenta una acusación de la alcaldesa demócrata de Hoboken de que vinculó la entrega de ayuda a los damnificados por la tormenta en la ciudad de 50 mil habitantes a cambio de recibir el apoyo para un proyecto de bienes raíces.

 

La alcaldesa Dawn Zimmer indicó que Guadagno le dijo que el ultimátum provino directamente de Christie. Guadagno rechazó firmemente esas afirmaciones el lunes y las describió como “falsas” e “ilógicas”.