POLONIA. El secretario del difunto papa Juan Pablo II no tuvo “el valor” para quemar los apuntes personales del pontífice y ahora publicará algunos a pesar de los deseos expresos de éste, informó el miércoles.
El libro, “Very Much in God’s Hands. Personal Notes 1962-2003” (Muy en las manos de Dios. Notas personales 1962-2003), aparecerá el 5 de febrero en Polonia, donde el papa sigue siendo una autoridad muy querida. Contiene las meditaciones anotadas por Karol Wojtyla entre 1962, cuando era obispo en su país, y marzo de 2003, en sus últimos años como papa.
El cardenal Stanislaw Dziwisz dijo en una conferencia de prensa que su decisión de preservar algunas de las notas estuvo motivada por la “desesperación de los historiadores” cuando las cartas del papa Pío XII fueron quemadas tras su muerte, como él lo pidió.
En su testamento, Juan Pablo II le encargó a Dziwisz, su secretario personal y asesor cercano durante casi 40 años, que quemara sus notas personales. Pero Dziwisz decidió conservarlas y las hará publicar antes de que el pontífice sea declarado santo el 27 de abril en Roma. Fueron puestas a disposición del Vaticano en los procesos acelerados de beatificación y santificación del papa.
En sus notas, contenidas en dos cuadernos empastados, el pontífice “revela parte de su alma, de su reunión con Dios, la contemplación y la piedad y ése es su mayor valor”, afirmó Dziwisz en la ciudad sureña de Cracovia, de donde es arzobispo y donde Wojtyla también fue obispo y cardenal.
Dijo que quemó “las cartas y notas que requerían quemarse”, pero indicó que habría sido un crimen quemar todas las notas que permiten adentrarse en el alma del papa.
“Al conservarlas respeté su testamento”, insistió.
Al principio Wojtyla sólo hacía anotaciones en polaco, pero posteriormente también las escribía en italiano y latín, con inclusiones en griego y español, de acuerdo con Henryk Wozniakowski, director de la editorial católica Znak.
Agnieszka Rudziewicz, editora del libro, dijo que las notas son un “registro extraordinario de un camino espiritual” y del “desarrollo personal y camino hacia la santidad” de Wojtyla, pero los lectores no deben esperar cosas “sensacionales”.
Juan Pablo II murió en 2005 a los 84 años luego de un pontificado de 26 años.