INFO2

PEKÍN. El Gobierno chino consideró “poco convincente” el informe que un grupo de periodistas internacionales publicó en diversos periódicos, principalmente europeos y asiáticos, según el cual familiares de algunos de los más altos líderes chinos y prominentes empresarios cuentan con activos en paraísos fiscales del Caribe.

 

Los datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), revelan que al menos trece familiares de los principales líderes, entre ellos un cuñado del presidente Xi Jinping y el hijo del ex primer ministro Wen Jiabao, hacen uso de estos paraísos fiscales. A ellos se suman quince grandes empresarios y compañías estatales chinas. Los datos se dan a conocer cuando el Gobierno chino se halla inmerso en una campaña contra la corrupción ordenada por Xi.

 

En la rueda de prensa del Ministerio de Exteriores chino, el vocero Qin Gang restó importancia al informe.

 

“Desde el punto de vista del lector, la lógica de ese artículo no es convincente. Eso hace que se susciten dudas acerca de si tiene motivos ulteriores”, declaró el vocero.

 

Preguntado si China actuaría sobre las alegaciones del informe, el vocero respondió con un ambiguo “el inocente es inocente y las malas prácticas no pueden ocultarse”.

 

Pocas horas tuvieron los cibernautas chinos para enterarse de las acciones que realizan familiares de sus gobernantes en paraísos fiscales. Las ediciones web de los periódicos El País, Le Monde, The Guardian, y de todos los que publicaron simultáneamente el contenido de los archivos filtrados fueron bloqueadas. Situación que ya es usual por parte del gobierno chino cuando se dan a conocer noticias comprometedoras por parte de medios internacionales. Hace dos años les sucedió a The New York Times y Bloomberg quienes publicaron la acumulación de fortuna del que fuera primer ministro, Wen Jiabao.

 

Las autoridades chinas no tienen obligación de dar a conocer sus activos, y en los últimos tiempos han endurecido su oposición a los movimientos ciudadanos que intentan presionar por una mayor transparencia de los dirigentes en un país de profundas desigualdades sociales.

 

Según el informe del ICIJ, obtenido de filtraciones de dos compañías de servicios financieros en las islas Vírgenes británicas, más de 22 mil clientes de China y Hong Kong han utilizado estos paraísos fiscales.

 

En sí, el contar con cuentas en paraísos fiscales no es una práctica ilegal, pero sí suscita interrogantes sobre la riqueza acumulada por la elite china en el poder.

 

Muchas empresas chinas han recurrido a subsidiarias en paraísos fiscales para evitar impuestos y las restricciones a los flujos de capital existentes en la República Popular -está prohibido que una persona saque del país más de 50 mil dólares al año- y para poder vender productos a bajo costo.

 

“Nuevo ciudadano” enmudece frente a jueces

PEKÍN. Un eminente activista anticorrupción chino guardó silencio este miércoles ante un tribunal de Pekín, para denunciar lo que su abogado calificó de “puesta en escena” judicial, en un contexto de creciente represión de las voces disidentes en el país comunista.

 

Se trata de Xu Zhiyong, fundador del movimiento “Nuevo Ciudadano”, universitario y abogado; es acusado de “alterar el orden público” y, a través de su movimiento, pide más transparencia y una aplicación justa de la Constitución.

 

El letrado se unió a varios colegas y presentó la plataforma en un artículo que circuló online en mayo de 2012, en el que dejaba constancia de sus intenciones.

 

“Nuevo Ciudadano” perseguía la “libertad, la democracia, la aplicación de la ley y de la Constitución”.

 

Para debatir sus iniciativas instauraron la costumbre de reunirse el último sábado de cada mes en cenas organizadas, de forma que no despertaran las sospechas de las autoridades en un país en el que los banquetes son una parte sagrada de los negocios y de la vida social.

 

Tal vez temiendo que esas cenas civilizadas se convirtieran en protestas callejeras, uno de los mayores miedos del Gobierno chino, apenas un año después de su fundación comenzaron las detenciones (18, según Human Rights Watch) y los juicios contra algunos de sus miembros.

 

Los primeros en ser juzgados el pasado octubre bajo la acusación de “reunión ilegal” fueron Liu Ping, Li Sihua y Wei Zhongping, algo más de tres meses después de que Xu fuera detenido.

 

El caso más llamativo fue el de Liu, al ser una política china no adscrita al Partido Comunista que presentó su candidatura independiente en unas elecciones locales en 2011, en una lista en la que también se encontraba Wei Zhongping.

 

Decenas de policías en uniforme o en civil se desplegaron en las inmediaciones del tribunal ubicado en el oeste de Pekín, impidiendo a los periodistas filmar el edificio, constató un periodista.

 

El abogado de Xu Zhiyong, Zhang Qingfang, dijo que su cliente “guardó silencio” durante este juicio que concluyó tras seis horas de audiencia.

 

“No queremos participar en esta puesta en escena teatral, no somos actores, no podemos actuar”, declaró el letrado.

 

Los miembros de “Nuevo Ciudadano” abogaban por varios y diversos asuntos, entre ellos una educación igualitaria, el respeto a los individuos, la libertad de expresión y de asamblea o la necesidad de que los dirigentes chinos hicieran públicos sus activos como vía para combatir la corrupción.

 

Paradójicamente el acontecimiento ocurre unas horas después de que varios medios de comunicación, en el mundo, publicaron los destinos (paraísos fiscales) elegidos por un número importante de familiares de la cúpula del Partido Comunista Chino, para transferir sus fortunas.