Tras el embate de la delincuencia y crimen organizado en diferentes frentes del país, el gobierno federal decidió cambiar radicalmente su estrategia mediática. El año pasado, la apuesta fue difundir el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, suprimió casi en su totalidad los comunicados de prensa de las dependencias del gabinete de seguridad y canceló la presentación de delincuentes.
Todo lo anterior formó parte de la estrategia mediática del ex presidente Felipe Calderón en su combate contra la delincuencia organizada, la cual fue cancelada por su sucesor, Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con diversos analistas, la intención del actual Presidente era dar una imagen de tranquilidad en medio de una guerra de baja intensidad contra los cárteles de la droga. Es decir, darle tranquilidad a la población.
Sin embargo, los hechos echaron por la borda la estrategia mediática de Peña Nieto. Durante su primer año los secuestros y las extorsiones aumentaron, aunque bajaron los homicidios dolosos. Y en este inicio de año, Michoacán tuvo que ser ocupado por fuerzas federales, debido al asedio de Los Caballeros Templarios, enfrentados abiertamente con los grupos de autodefensa en más de 20 municipios.
Lo anterior, motivó un golpe de timón en la estrategia federal en materia de seguridad: ahora hacen recuentos de detenidos, dan nombres de los delincuentes capturados, hacen balances de su estrategia contra la delincuencia.
Operativo Michoacán
Por ejemplo, en el marco del Acuerdo de Coordinación para Proporcionar Apoyo en Materia de Seguridad Pública, firmado el 13 de enero, el gobierno federal realiza todos los días balances del operativo, da a conocer los nombres de los detenidos, número de personas aseguradas y armamento decomisado.
Por ejemplo, el pasado martes, el secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, informó que 59 personas acusadas de portación de armas y narcotráfico habían sido detenidas en 27 municipios de Tierra Caliente, donde se reforzó la presencia federal, y que en total en todo el estado sumaban 72 personas detenidas.
Ese día fueron detenidos cinco presuntos delincuentes: Gustavo Adolfo Magaña Mosqueda, El Magaña, acusado de cometer extorsiones en Zamora; Yolanda Godínez Aguilar, La Viejona, a quien se le acusa de ser líder de los informantes en la plaza de Apatzingán; Armando Patiño Valencia, acusado de secuestro y homicidio en Tancítaro; Luis Fabián López Godínez o Luis Felipe Lucatero Godínez, El Wily, y Marco Antonio Zavala Cervantes, quienes presumiblemente mantenían informados a los grupos delictivos de los movimientos que realizan las Fuerzas Federales. Al momento de su detención, se les aseguraron armas de fuego, cargadores, cartuchos útiles y droga.
Para cerrar la pinza en este viraje de estrategia oficial, ayer el presidente Enrique Peña Nieto, habló por primera vez sobre seguridad en los primeros 13 meses de su sexenio: rechazó haber tolerado la proliferación de autodefensas y acusó que en 2011 se “disparó” la delincuencia en todo el país.
Rechaza dejar crecer a autodefensas
El presidente Enrique Peña Nieto rechazó ayer que su Gobierno haya tenido una respuesta débil ante la aparición de los grupos de autodefensa en Michoacán.
“La respuesta ha sido puntual y firme de parte del Gobierno de la República, de hacerse cargo de la seguridad en el estado de Michoacán, especialmente en la zona de Tierra Caliente, que es donde hemos observado una condición muy particular”, sostuvo el mandatario desde el aeropuerto de Gander (Canadá).
En declaraciones a los periodistas mexicanos que le acompañan en su viaje al Foro de Davos, en Suiza, afirmó que la inseguridad en México “es un tema de atención especial”, en el cual su gobierno trata de atender sus causas y origen.
Peña Nieto rechazó que se haya dejado crecer a los grupos de autodefensa en el último año y señaló que el problema se inscribe en el clima de inseguridad que hay en el país.
Este problema “no sólo es de este último año, es un problema que se ha diagnosticado en los últimos años”, agregó y se mostró partidario de atender “de raíz y de fondo” la situación en Michoacán.
“Estamos haciendo frente en una estrategia que no sólo está en combatir la inseguridad, ni combatir al crimen organizado con los resultados que espero podamos ir acreditando en el avance que vaya teniendo la estrategia, también en otras acciones orientadas a la reconstrucción del tejido social y sobre todo a lograr un desarrollo integral en ese sentido”, indicó el presidente.
Los grupos de autodefensa en Michoacán, en el suroccidente del país, surgieron el año pasado como alternativa ante el vacío de autoridad en ese estado y el avance del cártel de Los Caballeros Templarios.
“Su política de seguridad no difiere mucho de las políticas de la administración anterior desde 2010. Los cambios principales han sido en el estilo y la retórica, no en la sustancia. Por lo tanto, al evaluar México, siempre se apuesta por la continuidad en el cambio”
Baker Institute
Estudio la criminalidad en México
Febrero 2013
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