“El son jarocho ha hecho una labor de construir tejido social en muchas comunidades veracruzanas, al ser el sitio de encuentro y ahora muestra la capacidad de extender sus brazos a otras latitudes para convocar a hombres, mujeres y niños”, agregó en entrevista a VIDA+, el responsable del evento que se celebra por segunda ocasión con apoyo del Fonca, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Homenaje en vida
La fiesta del son en la ciudad de México tendrá lugar del 24 al 26 de enero, y en esta ocasión se rendirá un homenaje al maestro guitarrero (requintista) don Andrés Vega Delfín, fundador y miembro activo de la agrupación Mono Blanco, quien a sus 84 años es uno de los pilares del movimiento sonero a nivel nacional e internacional.
“Se hará un reconocimiento de su labor como una figura esencial de la tradición en general de México, más allá de su paso por el son jarocho”. Vega Delfín ha sido reconocido como premio nacional de Ciencias y Artes 2012, en la categoría de Artes y Tradiciones Populares.
A don Andrés lo acompaña su esposa, doña Hermelinda Hernández, y uno de sus hijos, Octavio, quien actualmente toca con Mono Blanco.
“El esfuerzo de rescatar esta tradición, de ponerlo en escenarios nacionales e internacionales, es producto de un interés comunitario -no institucional- y eso es lo que marca la diferencia”, agregó.
Son los propios grupos y miembros de las comunidades quienes lo han logrado, e incluso destacó que con estos recorridos internacionales se han realizado fandangos con gran participación en Barcelona y Londres e incluso hay comunidades en Chicago y Nueva York, que ya los organizan.
El fandango
De esta forma destaca, entre la oferta a no perderse en este Segundo Encuentro, está sin duda el Fandango Nocturno en Casa Xitla, el sábado 25 a partir de las 21:00 horas y que se extenderá hasta la madrugada, será de entrada libre y cooperación voluntaria. En el espectáculo participarán todos los músicos que ofrecerán conciertos en el Cenart.
“Una tradición tan rica como la del son jarocho y la fiesta del fandango, no hay mejor manera de cuidarla y preservarla que ejerciéndola”, agregó.
Invitó a asistir a la cita que tendrá lugar en la calle Convento 37, en el barrio de Santa Úrsula Xitla, en la delegación Tlalpan, donde el centro cultural humanístico, que trabaja en derechos humanos, ecología y cultura servirá de hospedaje a los músicos que buscan expandir esta tradición.
Talleres gratuitos
Entre las novedades se encuentran talleres de Guitarra de son o requinto, Bajo jarocho, Versada y jarana y zapateado, los cuales se desarrollarán en las áreas verdes del centro y para los que habrá una capacidad de aproximadamente 25 lugares por grupo.
Por ello el llamado a los interesados es a darse cita una hora antes para poder inscribirse en los conciertos y conferencias que centran las actividades del encuentro, donde también se podrán adquirir instrumentos y discos.
En este encuentro, abundó, se repite el ejercicio de realizar conciertos que estarán a cargo de los grupos: Los Arizmendi, Mono Blanco, Estanzuela, Los Campechano, Yacatecuhtli, Los soneros del Tesechoacán, Patricio Hidalgo y El Afrojarocho.
¿Patrimonio o no?
Así como conferencias, entre ellas destaca la que se dictará en torno al análisis sobre la pertinencia de inscribir el son jarocho en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad en la que participarán Samuel Aguilera, Arturo Barradas, Salomón Bazbaz, Julio César Corro y Fernando Guadarrama, entre otros especialistas en la materia.
Se está haciendo un plan de trabajo para ver que pertinencia hay en inscribir al son jarocho en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad y este trabajo lleva casi un año entre los miembros de la comunidad jaranera, básicamente en Veracruz, con un apoyo palpable por las autoridades de del estado.
“El propio secretario de turismo, cultura y cinematografía estatal ha estado presente en las reuniones valorando esta situación. Pero más allá de que se declare o no, lo importante es que las autoridades tomen en cuenta tenerlo activo y la comunidad tenga un plan de acción sobre lo que se quiere hacer con el son jarocho”, agregó.
El análisis y las mesas de reflexión, aportan a la discusión. “Veremos que se logra”. Además se podrán adquirir instrumentos y discos y vivir una gran experiencia viva como lo es el son, concluyó.