El presidente Vicktor Yanukovich anunció este viernes un reajuste del gobierno y la modificación de las leyes antimanifestaciones en respuesta a la extensión de la protesta a las regiones occidentales de Ucrania y a la presión de los países europeos.

 

Miles de opositores ocuparon las administraciones de varias regiones del oeste y la tensión volvió a subir la noche del viernes en Kiev, donde se registraron violentos choques entre manifestantes y policías en los lugares donde se produjeron otros enfrentamientos esta semana.

 

Según constató un fotógrafo de la AFP en el lugar, los manifestantes arrojaban adoquines y cócteles Molotov a las fuerzas policiales, que replicaban con balas de goma.

 

Los manifestantes volvieron a quemar neumáticos en la barricada que los separa desde hace días de las fuerzas antidisturbios, y provocaron intensas humaredas en la calle Gruchevski, según imágenes transmitidas por televisión.

 

Con todo, lejos de las escenas de guerrilla urbana de días anteriores, este viernes por la noche se registraba más bien una subida de la tensión tras una vuelta a la calma en la capital ucraniana.

 

Sometido a una presión creciente, el presidente Yanukovich anunció una serie de concesiones tras reunirse en Kiev con el comisario europeo de Ampliación, Stefan Füle.

 

El mandatario anunció que el gobierno será remodelado durante una sesión extraordinaria del Parlamento convocada para la próxima semana y reformará las leyes ‘dictatoriales’.

 

Yanukovich manifestó también su intención de liberar a todos los manifestantes detenidos, tal como había prometido el día anterior a los líderes de la oposición, y de modificar una controvertida legislación que fue adoptada la semana pasada y que refuerza las sanciones contra los manifestantes.

 

Concesiones pero también advertencias

 

Sin embargo, el presidente advirtió que empleará “todos los medios legales” a su disposición si no encuentra una solución a la crisis abierta con la oposición.

 

Es poco probable que estos anuncios satisfagan a los manifestantes que ocupan el centro de Kiev desde hace dos meses y cuyo movimiento se radicalizó esta semana tras la adopción de estas controvertidas leyes.

 

El anuncio del jueves de un examen en el Parlamento la semana próxima de algunas exigencias no tuvieron ningún efecto en los manifestantes, que levantaron nuevas barricadas y lanzaron un asalto durante la noche del jueves contra el ministerio de Agricultura, a 100 metros de la Plaza de la Independencia, epicentro de las movilizaciones.

 

Al menos dos personas murieron por impacto de bala en los enfrentamientos registrados en Kiev desde el domingo. La oposición da un balance de cinco manifestantes muertos y de cientos de heridos.

 

Las movilizaciones, que surgieron a finales de noviembre, después de que el gobierno decidiera en el último momento no firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) y optara por un acercamiento a Rusia, se extendieron a seis regiones del oeste del país (Lviv, Rivné, Ternopil, Khmelnitski, Chernivtsi e Ivano-Frankivsk, donde se asaltaron y ocuparon edificios de la administración regional.

 

En el bastión nacionalista de Lviv, donde la rama local del Partido de las Regiones, en el poder, se desolidarizó de las autoridades locales, los manifestantes levantaron barricadas con neumáticos y sacos de arena.

 

El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, pidió a los países de la Unión Europea que impidan que Ucrania “estalle”.

 

Embajadores convocados

 

El embajador de Ucrania en Berlín fue convocado este viernes en el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores. El ministro, Frank-Walter Steinmeier exhortó a Ucrania a que detenga las “brutalidades contra los manifestantes pacíficos”.

 

Francia convocó también este viernes al embajador de Ucrania para transmitirle su “condena” por la represión de las manifestaciones en Kiev, anunció el ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, agregando que estaba “preocupado e indignado”.

 

Por su parte, el presidente Yanukovich nombró este viernes en el puesto clave de jefe de su administración a un partidario de la línea dura, al actual secretario del Consejo de Seguridad nacional, Andriy Kliuiev, en sustitución de Sergui Liovochkine, que dimitió la semana pasada tras la adopción de un paquete de medidas que endurecen las sanciones contra los manifestantes.

 

El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, advirtió el jueves a Yanukovich que si continúa la violencia habrá “consecuencias” en las relaciones bilaterales.

 

Rusia, que denuncia la “injerencia” de los países occidentales en los asuntos de un país “hermano”, dijo que sigue de cerca la situación en Ucrania

 

Después de que Ucrania rechazara un acuerdo de asociación con la Unión Europea, Moscú le concedió un plan de ayuda financiero de 15.000 millones de dólares y bajó el precio de venta del gas.

 

La UE anunció por otra parte la visita a Kiev de su Alta Representante, Catherine Ashton, la próxima semana.

 

La cumbre prevista el próximo 28 de enero en Bruselas entre la UE y Rusia -cuyas relaciones ya son tensas debido al conflicto en Siria- se vio ensombrecida por la situación en Ucrania, y su programa fue acortado por petición de los Veintiocho, según responsables rusos.

 

Manifestante narra tortura

 

Un manifestante de la oposición ucraniana, golpeado y humillado por las fuerzas especiales de la policía, dijo este viernes que está decidido a seguir luchando contra el poder en Ucrania.

 

“Voy a seguir preparando la revolución”, aseguró Mijailo Gavriliuk, de 34 años, en conferencia de prensa.

 

Un video colgado el jueves en YouTube, donde ha tenido más de 2.2 millones de visitas, mostraba a un hombre desnudo en la nieve y con señales de golpes, con policías de las unidades Berkut sacándole fotos y dándole unos golpes. El Ministerio de Interior pidió disculpas por unos actos “inadmisibles” y prometió investigarlos.

 

Gavriliuk contó que fue detenido durante violentos enfrentamientos entre policía y manifestantes desde el domingo hasta el jueves y causaron al menos dos muertos, cinco según la oposición.

 

“Cuando me atraparon, me dieron golpes en las piernas, en la cabeza, en la espalda”, afirmó.

 

“Después de golpearme, me desnudaron completamente y me tiraron al suelo”, contó.

 

“Cuando estaba desnudo en el suelo, me pusieron el pie en la cabeza como los futbolistas y tomaron fotos”, añadió.

 

Oriundo del oeste de habla ucraniana, Gavriliuk estimó que sufrió esta humillación por razones políticas porque los policías, que hablaban en ruso, parecían ser del este de Ucrania, más cercano a Rusia.

 

Gavriliuk se presentó como un cosaco, en alusión a los campesinos ucranianos que los siglos XVI y XVII crearon campamentos militares en el sur de Ucrania para librarse de la dominación rusa y polaca.

 

“Soy un cosaco, he hecho el juramento y voy a defender al pueblo ucraniano”, subrayó.

 

Afirmó que los policías le cortaron con un cuchillo su mecha típica de los cosacos y luego quisieron que gritara “amo a los berkut”, pero él se negó.

 

Cuando se lo llevó la policía, dice que le pegaron hasta perder el conocimiento y trasladado al hospital antes de ser puesto en libertad.