LA HAYA. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya define hoy las fronteras marítimas entre Chile y Perú en un fallo histórico que zanjará de manera definitiva los reclamos territoriales entre los dos vecinos.
Doscientos años después de su independencia y varios tratados, tendrá que ser la justicia internacional, en una decisión inapelable, la que delimite definitivamente la frontera marítima, tras una demanda presentada en 2008 por Perú.
Lima alega que la frontera marítima no está definida, pero Chile sostiene que es la que prevalece tras los acuerdos firmados en 1952 y 1954.
En juego están 38 mil km2 de mar que actualmente están bajo soberanía chilena, incluida un área de 200 km2 de su mar territorial con gran actividad pesquera. Perú además podría incorporar a su dominio económico exclusivo, dentro de las 200 millas, un espacio marítimo de unos 27 mil km2, que hoy Chile considera alta mar.
Pero más allá de las rivalidades, que se extienden a sectores como el pisco -un aguardiente de uva- o el fútbol, el comercio y las inversiones han marcado la agenda bilateral de los últimos años y lo seguirán haciendo en un futuro en paz y en democracia, sostienen los analistas.
Más de 300 compañías chilenas han invertido 13 mil 600 millones de dólares en Perú mientras los negocios de empresas peruanas en Chile superan ya los 7 mil millones.
Y la Alianza del Pacífico, impulsada en 2012 por Perú, Chile, Colombia y México, y que ya cuenta con muchos observadores, entre ellos Estados Unidos o Japón, es la plataforma por la que apuestan los socios latinoamericanos para engancharse al tren económico que pilotan los países asiáticos.
La Alianza concentra hoy el 50% del comercio de América Latina con el mundo y atrajo casi 70 mil millones de dólares en inversión extranjera directa en 2012.
“Hay demasiado dinero involucrado para que este fallo pueda poner en riesgo todo el trabajo que se ha hecho en ambos países”, dice Juan Carlos Fisher Tudela, presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena.
Para el escritor chileno Jorge Edwards, el fallo cambiará “la atmósfera de todo el cono sur latinoamericano”, mientras que su colega y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, la sentencia de La Haya debe servir de “ejemplo para los países de América Latina que aún tienen problemas limítrofes”.