Con el boom de las redes sociales como Facebook y Twitter la palabra “blog”, bitácora digital, parece hacer referencia a algo que sucedió en una de las eras geológicas de internet y muchos creen que bloquear es un género y no un medio que puede usarse con diferentes fines de comunicación que también pueden ir acompañados de textos, fotografías, audios y videos. Bloguear es una cultura, no una moda.

 

De acuerdo con el libro “La revolución de los blogs. Cuando las bitácoras se convirtieron en el medio de comunicación de la gente”, de José Luis Orihuela, fue en abril de 1997 cuando se publicó el primer blog de la historia “Scripting News”, de Dave Winer; nueve meses después se acuñó la palabra “weblog” para referirse a los post que publicaba en su sitio Robot Wisdom, quien publicaba y linkeaba lo más destacado que hallaba en internet.

 

La popularización inició con el lanzamiento de Blogger en agosto de 1999 y se extiendió hasta hasta 2006, cuando Facebook, YouTube y Flickr empezaban a dominar.

 

Desde hace unos años algunos especialistas de los medios sociales sentenciaron que Twitter y Facebook marcaban la muerte de los blogs, aunque la idea poco a poco se ha desvanecido ya que ahora se puede observar que no son los medios adecuados para contenidos reposados, para el análisis y el contenido de colección que necesita más allá de 140 caracteres y el botón de “me gusta” para ser reconocido como de calidad.

 

En su génesis tenían un diseño muy sencillo que ordenaban las entradas de forma cronológica; ahora podría resultar espantoso que los posts no tuvieran título, sólo la fecha y  enlaces comentados con minimalista brevedad.  A diferencia de las nuevas herramientas de comunicación de masas, los blogs no se miden con las mismas escalas de influencia y repercusión social, como tuits o actualizaciones de Facebook que llegan a tener eco hasta en periódicos y noticieros televisivos. Un bloguero,  por lo general, tienen más repercusión dentro de la red en la que se encuentra y no por el tráfico que llega a él por sus publicaciones.

 

Desde sus inicios, a mitad de los años 90 del siglo pasado, modificaron los esquemas de los (entonces) llamados medios tradicionales (prensa, radio, televisión, web) al desplazar a los opinadores oficiales a segundo lugar, con ellos el lector pasivo que leía, escuchaba y veía las noticias ahora tenía una voz, podía expresar lo que pensaba sobre todo acontecimiento, y no sólo eso: tenía audiencia, era como un medio pero individual. Otra cosa: con los blogs se acabaron los editores, los intermediarios entre el escritor y la publicación final.

 

Fueron el principio de eso que hoy conocemos como web social porque permitieron a millones de personas de todo el mundo apropiarse de la red, de conocer gente de todos lados y convertirse en medios de difusión.

 

Blogger tuvo tanta influencia que la compró el gigante Google; después de todos estos años en reposo, con un perfil bajo, Ev Williams, uno de los creadores del blogger.com y también de Twitter, regresó con otro proyecto de blogs: Medium “para los que quieren escribir más de lo que mide un tuit”. Para los que quieran entrar a este universo también están TypePad, Tumblr y WordPress.

 

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