Diego y Frida (Museo L’Orangerie), Steve Jobs, Chicharito (¿Arsenal o al Juventus?), Rowling, Schumacher, Beatriz Pagés y Raúl Di Blasio
Diego Rivera y Frida Kahlo continúan robando la atención de los parisienses. Mientras el Museo de Orsay en París cerró 2013 con 100,000 visitantes menos que el año anterior, su importante vecino de L’Orangerie, que alberga actualmente parte de la obra de los controvertidos pintores mexicanos, ganó más de esas cien mil personas durante el mismo periodo. Ya sea que se presenten juntos o Kahlo sola, rebasan siempre los 300,000 amantes del arte. Sé también que la muestra de las Obras maestras del Musée de l’Orangerie convocó en el Museo Dolores Olmedo (léase: Carlos Phillips, presidente) alrededor de 4,000 personas.
LOS MEJORES RESTAURANTES
FLOR DE LIS
“Es el lugar de bisabuelos, abuelos, novias, amantes y con eso ya se tiene bastante”, cuentan los fieles a este feudo donde continúan acudiendo personajes de la política, empresarios, artistas y socialités: Bruno Ferrari, Jorge Poza, Dolores Padierna, entre otros. Se sabe que ahí se saborean las enchiladas tradicionales, el consomé de pollo, la sopa de hongos; los frijoles con chorizo y un toque de mole, la ensalada mixta, la sopa de ajo con huevo y queso.
Los antojitos mexicanos como las chalupas, entomatadas, pozole, brocheta de filete, mixiote de carnero y, obviamente, los exquisitos tamales costeños en hojas de plátano ya sea de pollo en salsa verde, pollo con mole, rajas con queso; en hoja de maíz preparados al estilo de la Tía Antonieta, norteños, pollo en salsa verde; los tamales vegetarianos de frijol con queso, champiñón, calabacita; tamales de dulce, de acitrón, de piña o de elote.
El menú es extenso, ha sido diseñado para desayuno, comida o cena, incluye sándwiches, tortas, postres de la casa, jugos naturales y una variedad de estilos en la preparación de huevos como los especiales de la casa que contiene una combinación de jamón, tocino, chorizo y queso. Héctor Calatayud sigue impulsando la Flor de Lis para no perder la tradición. El costo promedio por comensal es de $200-$300. Ubicación: Huichapan 21, Hipódromo, teléfono: 52860811.
DESTINOS Y RESORTS
Campeche: La ciudad amurallada
Durante el Virreinato de la Nueva España, Francisco de Montejo el Mozo estableció la Villa de San Francisco Campeche, que se convirtió en uno de los puertos más importantes. La historia narra el momento en que los europeos se repartían el mundo, la mayoría de esos espacios eran de España. La ambición provocó la invasión de los corsarios a este nuevo territorio. Se generó una mezcla de actividad comercial en el puerto y esto dio como resultado el considerar proteger la riqueza que se estaba produciendo. Por lo tanto, fue necesario establecer un cerco de seguridad a través de la construcción de una zona amurallada.
Durante la época de la colonización se edificaron hermosos templos, plazas y palacios; eran tiempos de la prosperidad y abundancia, porque de Campeche salían palo de tinte, miel, sal, maíz y algodón hacia Europa; como intercambio comercial se recibían armas, porcelana, aceite, entre otros productos. En la actualidad, la preservación de todo este legado monumental y la protección de sus tradiciones que le han dado a Campeche la oportunidad de ser reconocido, por la UNESCO, como Patrimonio Cultural del la Humanidad.
450 años de tradición
Los espacios ocupados, dieron línea a la fundación de barrios alejados del centro, como el de
Hay que dejarse consentir por el sabor y los aromas que provienen de la cocina campechana con productos recién sacados del mar —mariscos y pescados— que se preparan con las mejores técnicas y estrategias desarrolladas por quienes han habitado el lugar. Estos platillos son una delicia, su sabrosura se refleja en la imagen del comensal cuando prueban los ostiones fritos, pámpano empapelado con achiote y una pizca de cominos. Los chefs, cocinólogas y mayoras, no dejan de recomendar los calamares rellenos de camarón y tamales rellenos de hoja de chaya y huevo cocido envueltos en hojas de plátano. ¡Exquisito!
Edzná y la Hacienda de Uayamón
Pero, cada vez que visito Campeche, mi visita obligada además de la capital, es el sitio arqueológico de Edzná, una de las joyas más admiradas de la arquitectura maya por su gran importancia al haber funcionado como la capital regional del occidente de la península. Esta supremacía se ha logrado recuperar, a lo largo de los años, como testimonio arquitectónico de algunos edificios como la Gran Acrópolis, la Plataforma de los Cuchillos, la Casa Grande, el Juego de Pelota, la Pequeña Acrópolis y, seguramente, todavía faltan otros por descubrir. Se guardan una serie de misterios.
En las cercanías de Edzná, se ubica la Hacienda de Uayamón (resort único de 5 estrellas) con antecedentes históricos desde el siglo XVI. Su pasado marcó una gran actividad ganadera y del cultivo del maíz. La hacienda fue víctima del ataque pirata por parte de Lorencillo. Posteriormente, la hacienda perteneció a Don Francisco de Cicero, Fernando Carvajal, Don Rafael Carvajal y a Don Joaquín Baranda Carvajal. Tiempo después entró en decadencia la hacienda hasta quedar en total abandono.
Otras sugerencias para descansar en Campeche pueden ser Chicanná Ecovillage Resort, Eurohotel, Plaza Campeche, Plaza Colonial y el Holiday Inn Campeche.
Es tal el prestigio de Campeche que ha sido elegido como escenario de cineastas y productores de televisión. Estrellas como Sean Connery o Mel Gibson tienen a Campeche como uno de sus destinos favoritos para producir filmes y vacacionar. Por cierto, Mel Gibson se ha declarado un enamorado de México y del kayak, por lo que uno de sus lugares ideales es la zona de los Petenes o el Calkini, éste último le ha permitido navegar por una de las áreas más grandes de manglares del Golfo de México.
FINANZAS
AVE llega a los Pirineos
Veintiún años tardó el tren de alta velocidad en superar la grandiosa barrera de los Pirineos. Por supuesto, muchos millones de euros “bailaron en la mesa”: Es el tiempo transcurrido desde que los entonces presidentes de Francia y España, Francois Miterrand y Felipe González, firmarán en el año olímpico de 1992 el acuerdo que culminó con el primer viaje en alta velocidad sin interrupciones ni transbordos entre Barcelona y París. Seis horas y 43 minutos duró el viaje que realicé (ahora en mi última visita a España) y que sé que se podrá realizar (cuando las autoridades dejen de hacer ¡pompas!). Por supuesto, a un precio que oscila entre 59 y 170 euros el trayecto, dependiendo de la oferta de plazas y de lo madrugador que sea el viajero al hacer la reserva. Además, la conexión permite unir Madrid con Marsella y Barcelona con Toulouse.
Los obstáculos han sido múltiples y los retrasos, constantes desde que en 1955 el Consejo de Ministros acordó licitar el tramo Barcelona—frontera francesa. Pero, por fin, el tren de alta velocidad salió de la estación de Sants de Barcelona, atravesó el túnel del Pertús y arribó a la Gare de Lyon, en parís, en un viaje que (no olvido que se invirtieron altísimas cifras en infraestructuras en tiempos políticos turbulentos) construye unión europea: por primera vez quedan unidas, con todas sus ramificaciones continentales, las dos redes de alta velocidad más extensas de Europa. Las nuevas líneas de AVE conectan 17 ciudades importantes de ambos países en unos tiempos que todavía pueden rebajarse, ya que queda un tramo en Francia que no está adaptado a la alta velocidad. En todo caso, una excelente noticia que refuerza lazos europeos (lástima de lo que Mas y algunos catalanes desean: ¿la soberanía de Cataluña?), como podrá comprobar el millón de ciudadanos que se espera hagan uso cada año del servicio, del que se encarga una sociedad mixta –Elypsos— constituida por Renfe y su equivalente francesa, la SNCF. Y hasta la próxima. ¡abur!