ROMA. El obispo auxiliar de la ciudad italiana de L’Aquila, Giovanni D’Ercole, anunció que ha sido encontrada la reliquia de Juan Pablo II, el trozo de tela de la sotana que quedó manchada de sangre durante el atentado de 1981, aunque faltarían algunos filamentos.
El obispo, que compareció hoy junto con la policía italiana en una rueda prensa, explicó que el trozo de tela fue encontrado en el garaje de la casa de uno de los tres jóvenes arrestados ayer y que confesaron el robo.
D’Ercole explicó que faltan algunos filamentos, que se siguen buscando, ya que los ladrones se deshicieron de la verdadera reliquia pues les interesaron sólo los dos hilos de oro, de escaso valor, que también se encontraban en la ampolla.
La Policía italiana detuvo ayer a tres jóvenes italianos, quienes confesaron el robo y aseguraron que su intención era vender el relicario que contenía la ampolla con el trozo de tela.
Los detenidos, de 23 y 24 y 18 años, con problema de drogadicción, y que posteriormente quedaron en libertad, habían asegurado que no recordaba dónde se habían deshecho de la reliquia.
Estos habían sustraído el relicario y una cruz de la pequeña iglesia de San Pietro della Ienca, en la cordillera de los Apeninos, en la región italiana de los Abruzos, el pasado sábado.
La reliquia era un regalo del secretario del papa polaco, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que la entregó como “una muestra del amor de Juan Pablo II a esta zona”.
Juan Pablo II se encontraba muy unido a la zona donde se erige el pequeño santuario donde se ha cometido el robo, al encontrarse muy cerca de la montaña de Gran Sasso, cerca de los Apeninos, donde el Papa Woytila acudía con cierta frecuencia a pasear, meditar e incluso a esquiar.
Esta reliquia, una de las tres que contienen el sangre de Karol Wojtyla, es un pequeño trozo de la sotana de Juan Pablo II que quedó manchada de sangre durante el atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981.