BERLÍN. La canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario de Estado de EU, John Kerry, apostaron hoy por mirar al futuro y relanzar la alianza entre las dos países resolviendo fuera de los focos las evidentes diferencias que mantienen desde que se destapó el programa de espionaje masivo estadounidense.

 

La visita a Berlín, aunque breve, era obligada para Kerry, que viajó a Alemania para participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se inauguró hoy.

 

Su encuentro con Merkel, rodeado de expectación por ser la primera cita de alto nivel desde que se desvelaron las escuchas en suelo alemán de los servicios secretos de EU, que llegaron a pinchar el teléfono celular de la canciller, se saldó con mensajes conciliadores por ambas partes.

 

“La relación transatlántica es una prioridad central para Alemania. No puede ser puesta en cuestión por las diferencias de opinión ante determinados temas”, subrayó Merkel en una declaración sin preguntas en la sede de la Cancillería.

 

La dirigente alemana confió en resolver las discrepancias con Washington en un diálogo abierto, como siempre han hecho ambos países, y en avanzar “paso a paso, “aunque se tarde un tiempo”, sobre la base de los valores compartidos y los intereses comunes.

 

Aunque esta misma semana Merkel reconoció ante el Parlamento alemán las dificultades para cerrar una cuerdo bilateral de no espionaje con Washington, hoy no hubo recriminaciones públicas ante su invitado, que también guardó silencio al respecto.

 

“Somos aliados al margen de los baches en el camino”, manifestó Kerry, quien garantizó que se superarán las diferencias y malentendidos.

 

Antes de este encuentro, Kerry se había entrevistado con el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y en una rueda de prensa conjunta ambos compartieron el mismo mensaje: la “madura amistad” de los dos países debe estar por encima de los contratiempos.

 

“No es ningún secreto que hemos atravesado un tiempo difícil”, “ahora es momento de mirar al futuro y reforzar nuestra alianza”, dijo Kerry.

 

Según afirmó Steinmeier, la amistad de los dos países no se ha roto y el reto es ahora restablecer la confianza, algo posible gracias a las “sólidas bases” que sustentan la relación bilateral desde hace décadas.

 

En el aeropuerto berlinés de Tegel, donde se celebró la rueda de prensa, Steinmeier recordó otro aeródromo ya cerrado, el de Tempelhof, como símbolo de los lazos que unen a la capital alemana con Washington.

 

Fue en ese aeropuerto donde aterrizaron durante meses los aviones del puente aéreo organizado por los aliados para facilitar a los berlineses todos los suministros que necesitaron durante el bloqueo soviético de la ciudad en 1948.

 

Al margen de las relaciones bilaterales, Kerry aprovechó su visita a Berlín para analizar con las autoridades alemanas la evolución de las principales crisis internacionales, con Siria, Irán y Ucrania como ejes de las conversaciones.

 

El secretario de Estado de EU quiso lanzar una advertencia clara al régimen de Damasco ante el retraso en la entrega del arsenal químico que debe ser destruido.

 

Bachar al Asad debe “cumplir sus compromisos” y respetar los plazos fijados y, si no lo hace, la comunidad internacional estudiará qué medidas tomar, dijo Kerry.

 

“No se retiró de la mesa ninguna opción cuando se aprobó la resolución de Naciones Unidas” con el plan para la destrucción del arsenal químico, recordó.

 

Tanto ante éste como ante otros conflictos el secretario de Estado confió en trabajar junto a Alemania.

 

“Tenemos un importante numero de retos globales y nuestra cooperación es mas importante hoy que nunca”, señaló mirando a Merkel, quien se comprometió a trabajar “mano a mano” con Washington.

 

Kerry elogió el creciente protagonismo de Alemania en la esfera internacional y recordó varias de las citas relevantes de este año, desde la reunión entre la UE y EU, hasta la cumbre de la OTAN y la visita de la canciller a la Casa Blanca, aún sin fecha.