FLORENCIA. Hicieron falta más de 12 horas de debate para que el Tribunal de apelaciones de Florencia, decidiera encontrar culpables a la estudiante estadunidense Amanda Knox y a su ex novio italiano Raffaele Sollecito del asesinato de la joven británica Meredith Kercher en 2007.
La corte los condenó respectivamente a 28 años y seis meses y a 25 años de prisión. El nuevo juicio es la consecuencia de la anulación, el año pasado, de su absolución por parte de un tribunal de casación.
Knox y Sollecito, fueron condenados en primera instancia en 2009 a 26 años de cárcel por el asesinato de Kercher, cuyo cuerpo semidesnudo fue encontrado en un charco de sangre en la casa que compartía en Perugia con la estudiante estadunidense.
Según los fiscales, el crimen fue la consecuencia de un juego sexual que terminó en tragedia por la rivalidad entre Knox y la víctima.
En 2011, en el juicio en apelación, ambos fueron absueltos del crimen. Pero dos años más tarde, en marzo 2013, ese veredicto fue anulado por el tribunal de casación.
Tras ser liberada, Knox regresó legalmente a Seattle y no volvió a presentarse ante la justicia italiana porque no quería ponerse “entre las manos de los que quieren enviarme a prisión por algo que no hice”, dijo en una entrevista reciente a The New York Times.
Sollecito, que no ha faltado a ninguna de las vistas del proceso judicial, no fue capaz de estar presente durante la lectura del veredicto, tras la cual, se quedó “devastado” y “sin poder articular palabra “, según su abogado defensor, Luca Maori.
Tampoco estuvo presente Knox, quien en diversas ocasiones ha repetido su voluntad de no volver nunca a Italia y que según avanzó su defensa, recibió la noticia impertérrita y sin “llorar”, ni “hablar”.
“Estoy asustada y triste por este injusto veredicto. Ya me habían declarado inocente y esperaba algo mejor de la justicia italiana”, dijo en un comunicado.
“Las pruebas y la teoría acusatoria no justifican un veredicto más allá de una duda razonable. Sin embargo, nada ha cambiado. Siempre ha habido una evidente falta de pruebas. Mi familia y yo hemos sufrido mucho por esta injusta persecución”, continuó.
En la madrugada del 2 noviembre de 2007, Meredith Kercher, de 21 años, fue hallada semidesnuda en un charco de sangre en el apartamento que compartía con Knox en Perugia, una ciudad universitaria medieval del centro de Italia donde residia gracias a una beca de intercambio estudiantil.
El cuerpo de la víctima tenía marcas de haber sido acuchillado 47 veces y la autopsia demostró que Kercher, una estudiante de la universidad de Leeds, también fue violada.
Tras el fallo es poco probable que Knox sea extraditada desde Estados Unidos, según los expertos, incluso si se confirma la condena en el tribunal supremo.