MÉRIDA. Un régimen fiscal distinto para Pemex y la nueva Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, serán la columna vertebral del paquete de reformas secundarias en materia energética que el gobierno federal presentará al Congreso, adelantó el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Después de reunirse, en esta capital, con los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Joaquín Coldwell ofreció una conferencia de prensa en la que perfiló el contenido y los alcances de las leyes secundarias en materia energética que el gobierno presentará el próximo periodo ordinario de sesiones.
Explicó que Petróleos Mexicanos (Pemex) necesita de un nuevo régimen fiscal para alinearse con los parámetros internacionales, quitarse las “ataduras” regulatorias actuales y reducir la carga impositiva que equivale hoy en día a más de 70 por ciento sus ganancias.
“La Secretaría de Hacienda está trabajando en este nuevo régimen fiscal. Se va alinear Pemex a parámetros internacionales, se le va permitir ir mutando de sus asignaciones a contratos para favorecerse de este nuevo régimen fiscal y es una de las líneas vertebrales de la reforma energética, que contempla también modernizar y fortalecer a Petróleos Mexicanos”.
Cuestionado sobre la consulta popular que pretende el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para revertir la reforma energética, el funcionario federal expuso que hay que esperar a que el Congreso de la Unión defina qué tipo de ley se aprueba, si de carácter revocatorio o no.
Sin embargo rechazó que la reforma energética se haya aprobado de espaldas a los ciudadanos y recordó que se realizaron foros, se presentaron iniciativas tanto por parte del Partido Acción Nacional como del PRD y el Ejecutivo federal.
“Una mayoría constitucional legitimada por legisladores que ganaron las elecciones de 2012, que tienen el respaldo ciudadano, una mayoría de fuerzas políticas acordó hacer cambios a la Constitución”, agregó.
Subrayó que la reforma energética se hizo por tres razones, una de ellas, porque estaba en peligro la seguridad energética por la caída en la producción de gas y petróleo, así como buscar mejores precios en gas y electricidad para empresas y familias.