En la naturaleza no se tiene registro de ataques de orcas asesinas (conocidas así a pesar de su conocida docilidad) contra seres humanos, según expertos eso sólo se da en los acuarios; para algunos, vivir encerrado sin comida decente ni trato digno no es motivo para generar frustración, ansiedad e incluso psicopatías, es el caso del director del parque acuático Sea World.
Desde los 80’s se tienen noticias de ataques por parte de orcas asesinas a sus entrenadores, dichos ataques fueron ocultados o tergiversados a la luz pública; Blackfish denuncia éstas y otras irregularidades en los acuarios con base en los ataques y reacciones de dichos animales ante la situación en la que viven.
La exposición de los hechos y testimonios es muy cruda, y lo hace cronológicamente explicando desde cómo se cazó a una orca hasta su explosión en el acuario; dicha orca es Tilikum, quien en 2011 asesinó a su entrenadora. Lo más interesante del documental, en lo que finalmente se enfoca, es en la traumatización de los animales y las consecuencias de esto, presentándolo de manera explícita: los videos y testimonios de los ataques de estos animales son increíbles, pues son animales demasiado inteligentes y parece que el hombre no quiere aceptarlo.
No recomendable para amantes de los animales ni personas de estómago sensible, las escenas son fuertes y las declaraciones provocan sentimientos encontrados.