TIANTOU. Los caballos se yerguen frente a frente, ofensivos y chocando sus patas delanteras, hasta que uno de ellos muerde a su oponente, entre los aplausos de los espectadores de esta remota localidad del sur de China, que acaba de iniciar su Año del Caballo.

 

Para los habitantes de Tiantou, localidad de la provincia sureña de Guangxi, el combate de caballos, para que el vencedor obtenga los favores de una yegua, es una tradición de 500 años de antigüedad para celebrar el Año Nuevo lunar.

 

Pero estos combates, que se celebran cada año en decenas de estos pueblos de las montañas del sur del país, y con premios de hasta 10 mil yuanes, han sido duramente condenados por organizaciones de defensa de los derechos de animales.

 

“Sin combate de caballos no nos sentiríamos en el año nuevo”, afirma Pan Jianming, cuyo caballo Little Black se encabrita y consigue morder a su oponente en el cuello, logrando así la victoria en la competencia celebrada el pasado fin de semana.

 

China Año Nuevo
Foto: AP

 

“Si le gusta la yegua, no le importa sufrir, nunca rehusará el combate”, añade Jianming, refiriéndose a su potro que sale de la pelea ensangrentado.

 

Pan, quien recibió un premio de 80 dólares al alzarse como campeón su caballo, agregó que cuentan con “medicamentos para curar sus heridas”.

 

Quince animales participaron en estos combates de caballos, una tradición de más de cinco siglos de existencia del grupo étnico Miao, que vive en las áreas montañosas del sur de China y el sudeste asiático.

 

Se afirma que el primer combate de caballos fue organizado por dos hermanos para resolver la disputa que los oponía: ambos deseaban casarse con la misma mujer.

 

Foto: AFP

 

En 2010, el grupo Animals Asia basado en Hong-Kong calificó estas peleas de “espectáculo horrendo” que causa “sufrimiento a los animales”.

 

Los sementales son alentados a pelear mediante la presencia de una yegua, mantenida al margen del combate y protegida por campesinos armados con palos.

 

Según Animals Asia, las yeguas son a menudo “inyectadas con hormonas para inducirles el celo”.

 

En Tiantou, centenares de espectadores asisten a los combates de los caballos a pocos metros del lugar donde se celebran, sin que medien barreras de separación.

 

Algunos espectadores procedentes de otros lugares de China consideran “horrible” ver las heridas de los equinos.

 

Zhou Tingyi, de 63 años, que preside la competición con un megáfono de plástico, afirma: “Solemos celebrar combates de caballos solamente una vez por año, pero ahora lo haremos más a menudo porque es el año del caballo”.

 

“Se necesita un buen caballo para pelear, tiene que ser fuerte, tener energía”, añade.

Foto: AFP

Los criadores de estos animales aseguran que la edad ideal para combatir es de cuatro a ocho años.

 

“El combate de caballos es solamente un entretenimiento”, afirma Pan Yinghong, que lleva a su caballo atado con un lazo. En la competición también se trata de conseguir la “gloria”, añade.

 

Los espectadores gritan “¡pelea, pelea!” cuando se enfrentan los sementales. Muchos de ellos insisten en que la competición no es cruel.

 

“A veces los caballos resultan heridos, pero no suele ser nada grave, tienen la piel muy dura”, observa Di Zhai, espectador de 16 años. (AFP)