Nada hacía prever que Philip Seymour Hoffman, considerado como uno de los actores más brillantes de la actualidad, pero que luchó durante años contra sus adicciones a la heroína y al alcohol, tuviera este fatal desenlace.
En todo caso, todo hacía augurar un gran futuro a este actor neoyorquino cuya muerte, a los 46 años de edad, sorprendió este domingo al mundo entero.
Hoffman, quien con su complexión robusta y cabellera rubia despeinada no era el típico ídolo del cine, se hizo una carrera principalmente como un actor de carácter, y fue uno de los más prolíficos de la industria.
El actor murió víctima de una sobredosis, según confirmaron dos agentes a The Associated Press -que solicitaron el anonimato por no estar autorizados para hacer declaraciones-, ha añadido su nombre a la extensa lista de estrellas del cine estadounidense muertas por abusar de las drogas.
Philip fue encontrado sin vida en el baño de su apartamento de Manhattan, con una jeringuilla en el brazo y restos de heroína, según han indicado fuentes policiales a varios medios locales.
Ganador del Oscar por Capote, candidato tres veces más con La guerra de Charlie Wilson, La duda y The Master, Seymour Hoffman era un hombre “grandulón”, de apariencia bonhomía y dotado de una voz grave y extraordinaria, logró durante sus más de 20 años de carrera superarse en cada actuación hasta electrizar la pantalla.
Con base de formación teatral, emanaba naturalidad que lo convirtieron en un actor más admirados de su generación. Fue nominado al Oscar en cuatro ocasiones: por “Capote”, “The Master”, “Doubt” y “Charlie Wilson’s War”.
Pero a pesar de una carrera exitosa y fulgurante, también en televisión, Seymour Hoffman
“Creo que es parte de la condición humana, despertarse e intentar vivir tu día de manera de que cuando te vayas a dormir te puedas sentir bien contigo mismo”, dijo.
A lo largo de los años Hoffman habló con franqueza sobre sus problemas de drogadicción. Tras pasar 23 años sobrio, admitió el año pasado en una entrevista que se descarriló y que su problema de heroína lo llevó a buscar ayuda en un centro de rehabilitación.
Se graduó en 1989 en la Escuela de Arte dramático de Nueva York y al poco tiempo comenzó a dar sus primeros pasos como interprete.
Su primer papel lo consiguió en televisión, en 1991, al hacer de un abogado defensor en la serie La ley y el orden. Y, al año siguiente, ya se encontraba trabajando en la pantalla grande en Triple Bogey on a Par Five Hole.
En uno de sus primeros filmes hizo el papel de un estudiante de secundaria malcriado, en Perfume de mujer de 1992. Ese mismo año, consiguió un destacado rol en My New Gun, y en 1997 daría su salto más importante en el film Juego de placer de la mano del reconocido director Paul Thomas Anderson.
La joven estrella de Hollywood, con el tiempo, fue convirtiéndose en todo un referente del cine independiente con títulos como Happiness (1998), Flawles
Uno de sus papeles más memorables fue el de un miembro gay del equipo de producción de una cinta pornográfica en Boogie Nights, una de varias películas dirigidas por Paul Thomas Anderson en las que apareció.
A menudo dio vida a personajes cómicos y ligeramente raros en filmes como Along Came Polly, The Big Lebowski y Almost Famous. Más recientemente, fue Plutarch Heavensbee en Los juegos del hambre y repetía este papel en la segunda parte de la serie, Los juegos del hambre: Sinsajo, que está en producción.
En Moneyball hizo el papel de Art Howe, el manager malhumorado de los Atléticos de Oakland que se resistió a nuevas ideas sobre el talento en el béisbol.
Apenas hace unas semanas, Showtime anunció que Hoffman protagonizaría Happyish, una nueva serie de comedia sobre un hombre de mediana edad en busca de la felicidad.
Por The Master fue nominado al Premio de la Academia al mejor actor de reparto en 2013 por su papel del carismático líder de un movimiento religioso. El filme, inspirado en parte en la vida del fundador de la cienciología L. Ron Hubbard, lo reunió con Anderson. También fue postulado al mismo premio en 2009 por Doubt, en la que hizo de un cura sospechoso por su relación con un niño, y en 2008 por su papel de agente de la CIA en Charlie Wilson’s War.
Nacido en 1967 en Fairport, Nueva York, Hoffman mostró interés por la actuación a temprana edad, cuando a los 12 años una producción local de “Todos eran mis hijos” de Arthur Miller lo impresionó. Estudió teatro en la adolescencia con la New York State Summer School of the Arts y el Circle in the Square Theatre School. Luego se especializó en arte dramático en la Escuela de Artes Tisch de la Universidad de Nueva York.
En su discurso de aceptación del Oscar por “Capote”, le agradeció a su madre por haberlo criado a él y a sus tres hermanos sola, y por llevarlo a ver su primera obra de teatro. Los padres de Hoffman se divorciaron cuando él tenía 9 años.
Con una versatilidad y disciplina más común entre los actores británicos que estadounidenses, fue un actor de carácter capaz de asumir cualquier rol, grande o pequeño, despreciable o simpático.
En Broadway, asumió papeles ambiciosos como Willy Loman en “Muerte de un viajante”, Jamie en “Largo viaje hacia la noche” y ambos protagónicos en “True West”. Por las tres actuaciones fue nominado a los premios Tony.
Su trabajo en “Muerte de un viajante” en 2012 fue elogiada como “desgarradora” por el crítico de teatro de la AP Mark Kennedy.
“Hoffman tiene apenas 44 años, pero se sumerge en su desolación como un hombre más cercano a la edad de la jubilación, arrastrando sus maletas de muestras lleno de abnegación y desilusión”, escribió Kennedy entonces. “Su conexión combativa con la realidad es notable en esta producción, en la que la ira y la dureza de Hoffman emergen de sus balbuceos”.
Dos películas protagonizadas por Hoffman se estrenaron el mes pasado en el Festival de Cine de Sundance: el thriller de espionaje “A Most Wanted Man”, dirigido por Anton Corbijn, y “God’s Pocket”, el debut de John Slattery como director.
Hoffman era padre de tres hijos, que tuvo junto a su compañera de 15 años, la diseñadoraMimi O’Donnel. Juntos se conocieron trabajando en In Arabia We’d All Be Kings, una obra que él dirigió en 1999. Tras contraer matrimonio, el actor y su pareja tuvieron a su primogénito Alexander, quien nació en marzo de 2003. Más tarde, en noviembre de 2006, llegaría la pequeña Tallulah y finalmente, en octubre de 2008, Willa.