BOGOTÁ. El semanario reveló varios nombres de personas que se encargan de negociar con las FARC: ellos son Humberto de la Calle, Sergio Jaramillo y Alejandro Eder. Muy temprano, el presidente colombiano Juan Manuel Santos reaccionó. Advirtió que “fuerzas oscuras” buscan “sabotear” el proceso de paz con las FARC. El presidente de Colombia se presentó ante los medios después de haberse reunido con su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Santos agregó: “La información que ha surgido de que estaban haciendo inteligencia a funcionarios del Estado, específicamente a los negociadores de paz en La Habana, es totalmente inaceptable”.

 

Acto seguido comentó que había ordenado a Pinzón el inicio de las investigaciones para esclarecer los hechos. Sin embargo, y de manera paralela, el legislador colombiano Iván Cepeda, supuestamente también espiado por la central clandestina del ejército pidió la renuncia “por omisión” del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

 

“Yo creo que la primera medida es la renuncia del ministro de Defensa, independientemente de si se establecen o no otros responsables, por omisión de esta situación tan grave”, afirmó Cepeda.

 

Por su parte, Pinzón se pronunció sobre el asunto en su cuenta de Twitter para pedir una investigación al comandante del ejército, el general Juan Pablo Rodríguez.

 

“Le he pedido al comandante que investigue situación de supuestas ‘chuzadas’ (espionaje telefónico) a equipo negociador en La Habana”, escribió el ministro.

 

El titular de la cartera de Interior, Aurelio Iragorri, ha afirmado a periodistas que el Gobierno desconocía las interceptaciones de datos de mensajería instantánea y correos electrónicos que se hacían desde un local de fachada en Bogotá, y que por lo tanto es víctima y no victimario.

 

Cepeda alertó también sobre la posibilidad de que el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) pueda haber “dirigido” a los oficiales de inteligencia del ejército y a los “hackers” civiles que al parecer fueron reclutados para estas labores.

 

“Hoy podemos afirmar que sí ha habido un sector que ha estado haciendo una labor de saboteo al proceso de paz desde las Fuerzas Militares y con la dirección del expresidente Uribe”, espetó Cepeda.

 

Además, recordó que Uribe y sus colaboradores filtraron en 2012 los primeros contactos entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) antes de que el presidente informara oficialmente de ello.

 

“También divulgaron la agenda del proceso con anterioridad y después han venido haciendo revelaciones a través de distintos medios, redes sociales y portales.”, agregó Cepeda.

 

Las FARC anunciaron en La Habana que el miércoles harán una declaración pública sobre el asunto.

 

Un dirigente de la guerrilla que pidió no ser identificado señaló que ya “sabíamos que hay espionaje, eso es de Perogrullo. La noticia es que un sector de la inteligencia militar estaba espiando a la Presidencia de la República” de Colombia.

 

Las dos delegaciones han llegado hasta ahora a consensos sobre los temas de desarrollo rural y participación política, y actualmente debaten sobre drogas ilícitas. En la agenda figuran también los puntos de reparación a las víctimas y abandono de las armas, así como el mecanismo para refrendar los eventuales acuerdos.

 

Las FARC, con entre 7 mil y 8 mil combatientes, son la guerrilla más antigua de América Latina.