CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco arremetió contra la miseria material, moral y espiritual en el mundo y abogó por evitar las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, en su primer mensaje por la Cuaresma divulgado por el Vaticano.

 

En su mensaje difundido, Jorge Bergoglio inspiró su mensaje en las palabras de san Pablo: “Conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza”.

 

Esta frase sirvió al pontífice para volver a arremeter contra el “el poder, el lujo y el dinero que se convierten en ídolos” y que impiden la “distribución justa de las riquezas”, por lo que hace un llamado a eliminar las miserias del hombre contemporáneo.

 

“Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza”, afirma el papa, quien invitó a los católicos a llevar “una vida sobria y a compartir”.

 

Pero advirtió de que “la verdadera pobreza duele” y que por tanto “no es válido un despojo (de riqueza) sin esta dimensión penitencial”.

 

Francisco invita a la Iglesia y a los católicos a ayudar a “cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad “, sostiene.

 

“Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria”, agregó.

 

El papa argentino, quien asumió la jefatura del Vaticano en marzo de 2013, también arremete así contra la pobreza moral y espiritual.

 

“¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas!” recalcó.

 

“En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente”, sostiene.

 

El papa concluyó que “el Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual” y instó a los católicos a “seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida”.

 

El mensaje fue presentado a la prensa por el cardenal africano Robert Sarah, presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”, que se encarga de obras de caridad.

 

Para el purpurado, el papa quiso hablar de las “miserias que no se ven”, porque el “gran error de la cultura moderna es imaginar que el hombre puede ser feliz sin Dios”, explicó.

 

La Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza y termina justo antes del Jueves Santo, dura 40 días y simboliza la prueba vivida por Jesús en el desierto, que según la tradición cristiana debe servir para el ayuno y la penitencia.