GINEBRA. La ONU consideró que el Vaticano ha violado -y lo sigue haciendo- la Convención sobre los Derechos del Niño al no haber protegido a los menores víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes u otras personas bajo su autoridad, ni adoptar medidas que garanticen una sanción por este crimen. A esta conclusión han llegado en su informe final sobre el Vaticano los miembros del Comité de la ONU encargado de vigilar el cumplimiento de la Convención por parte de los Estados.

 

El informe del Comité de los Derechos del Niño de la ONU urge a la Santa Sede a “apartar de inmediato de sus funciones a todos los autores conocidos y sospechosos de abusos sexuales a niños, y denunciarlos a las autoridades competentes para que los investiguen y procesen”.

 

“El Vaticano infringe la Convención sobre los Derechos del Niño, porque no hizo todo lo que tendría que haber hecho para proteger a los menores”, declaró la presidenta del Comité, Kirsten Sandberg, al presentar ese informe. “Y éstas no son simples recomendaciones de buenas prácticas. Algunas son reales violaciones de la Convención, sobre todo cuando no se protege a los niños a pesar de que existe la posibilidad de hacerlo”, dijo la experta en una rueda de prensa.

 

Una de las denuncias más graves del Comité tiene que ver con la transferencia “de una parroquia a otra, o a otros países, de abusadores de niños, en un intento por encubrir sus crímenes”.

 

Esa es una de las prácticas que los expertos de la ONU consideran que “llevaron a la continuación de abusos y a la impunidad de los responsables”, contrariamente a la obligación de la Iglesia de hacer cumplir la Convención “no sólo en el territorio de la Ciudad del Vaticano, sino a través de las instituciones e individuos bajo su autoridad”.

 

“Hay muchos niños en diferentes países bajo alto riesgo de abuso sexual”, alertó Sandberg.

 

Consideró que frente a los escándalos de pederastia entre sacerdotes, las autoridades eclesiásticas impusieron un “código del silencio” y prefirieron “preservar la reputación de la Iglesia y proteger a los responsables, por encima del interés supremo de los niños”.

 

El informe fue publicado tras una audiencia celebrada el pasado mes en Ginebra, en la que miembros del comité, compuesto por 18 expertos en derechos humanos de todo el mundo, interrogaron a una delegación del Vaticano sobre su política de lucha contra la pedofilia.

 

Otro experto, Benyam Mezmur, puso en evidencia las contradicciones en las que cayó la delegación del Vaticano que compareció ante el Comité hace dos semanas, en el marco de la evaluación periódica a la que están obligados todos los Estados suscriptores de la Convención.

 

“La delegación enfatizó que (el Vaticano) no puede ser responsable por cada delito que cometen los católicos en el mundo, pero al mismo tiempo hay instancias que se niegan a cooperar con las autoridades nacionales en estos casos y que incluso han sido felicitadas por ello”, comentó.

“No se puede actuar por ambas vías. O se tiene influencia (sobre el clero) o no. Y la evidencia muestra que hay una clara influencia”, sentenció Mezmur.

 

El Comité también criticó al Vaticano por sus declaraciones contra la homosexualidad debido a que ha reforzado el estigma y la violencia que sufren los menores de edad gais, lesbianas, bisexuales o transgénero, o los niños criados por parejas homosexuales.

También señaló que “denegar el acceso de anticonceptivos, así como de servicios de salud reproductiva, e información al respecto, tiene consecuencias negativas” para niñas y adolescentes.

Según el calendario del Comité, el Vaticano le presentará el próximo informe en 2017, plazo que no puede adelantarse porque este órgano de la ONU no cuenta con medios financieros para hacer un seguimiento más cercano y de corto plazo de los países que evalúa.

 

Intereses ideológicos influyeron en informe: Vaticano

 

CIUDAD DEL VATICANO. El Vaticano reaccionó con sorpresa e irritación ante la dura e inédita condena pronunciada por la ONU por seguir encubriendo casos de pedofilia dentro de la Iglesia.

 

Para el Vaticano se trata de acusaciones injustas que no tienen en cuenta los esfuerzos hechos por la entidad desde que estallaron los escándalos, en la década del 90 en Irlanda.

 

“La ONU ha superado sus propios límites. Una cosa es proteger a los niños, otra cosa es indicar las medidas a tomar”, comentó una fuente vaticana.

 

La dura reacción del observador permanente del Vaticano ante la ONU en Ginebra, monseñor Silvano Tomasi, que denunció “distorsiones” en el informe, también fue inmediata.

 

El prelado llegó a acusar a “lobbies” y grupos de presión con intereses “ideológicos” dentro del organismo internacional.

 

En una entrevista a Radio Vaticano, Tomasi acusó a organizaciones no gubernamentales, “con intereses en el campo de la homosexualidad, el matrimonio gay y otros asuntos”, de haber presionado a favor de la devastadora condena de la ONU.

 

“El informe (de la ONU) no ha sido actualizado, le falta una perspectiva correcta”, aseguró Tomasi.

 

Por su parte, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, aseguró que la Santa Sede se reserva el derecho a responder al informe del Comité de la ONU.

“Este informe necesita ser estudiado. La Santa Sede se reserva el derecho a responder tras haber tomado conciencia y haber profundizado en las observaciones que (Naciones Unidas) nos ha hecho”, dijo Parolin durante su visita a la ciudad de Marghera (norte de Italia).

Sobre el tema, miembros de la Coalición Mexicana de Organizaciones de la Sociedad Civil comentaron que, con las recomendaciones emitidas por el Comité de los Derechos del Niño de la ONU al Vaticano, se reconoce la dignidad y los derechos de “decenas de miles” de víctimas de abuso sexual por parte de clérigos.

 

Alberto Athié, ex sacerdote e impulsor del Informe Alternativo de México ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, celebró que “luego de más de 60 años de tratar de que la Iglesia escuchara a las víctimas de pederastia, hoy se puede afirmar que si existen responsabilidades para clérigos como Marcial Maciel o Nicolás Aguilar”.

 

Por su parte, Aidé García, miembro de Católicas por el Derecho a Decidir, subrayó que la ONU rompió el mito de que “el poder simbólico de la investidura sacerdotal no impide que haya justicia para las víctimas, ni los hace inmunes de rendir cuentas ante las autoridades civiles”.

 

Athié agregó que el Vaticano cometió un crimen de Estado al ser responsable de un mecanismo de protección y encubrimiento sistemático a clérigos pederastas.

 

“Existen todos los elementos para presentar a consideración de la ONU, la corte internacional de La Haya o cualquier otra corte internacional una acusación jurídica contra el Vaticano por crimen de Estado, debido a que encubrió de manera sistemática un abuso contra un grupo que fueron las niñas y niños que en algún momento se acercaron a la Iglesia”, señaló.

 

Finalmente, José Barba, ex legionario de Cristo y víctima de pederastia clerical, previó que luego del informe la respuesta del Vaticano será por parte del Departamento de Estado agradeciendo las observaciones y asegurando que serán consideradas, pero que se darán largas al asunto. Juan Luis Ramos.