Seguro de su aura y de la fidelidad de un público al que ya tiene conquistado, el vanguardista Alexander Wang exhibió en la noche del sábado una colección futurista y chispeante que no dudó en presentar en los congelados muelles de Brooklyn.
Con un sonido “tecno” de tono militar como música de fondo, alrededor de 50 modelos de mirada dura y porte deliberadamente masculino recibieron al mundillo de la moda neoyorquina, recién llegado de Manhattan.