Hoy en día, a decir de los discursos de los políticos más destacados, y de las campañas que emite la Presidencia por todo el país, nuestro país transita por una época de grandes transformaciones, como hace mucho tiempo no se veía. La realidad no los contradice. Y es que podrá estarse de acuerdo o no con el contenido o con el contexto en que nacieron todas las reformas que se aprobaron en el primer año de gestión del presidente Enrique Peña Nieto, pero ya son varias y algunas de ellas ni siquiera pudieron ser discutidas en sexenios anteriores: la reforma educativa, la energética, la hacendaria, la financiera, la de telecomunicaciones y, la más reciente, la político-electoral. A esta última dedicamos la encuesta de esta semana.

 

Según la Real Academia Española, una reforma es “aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo”; en ese sentido, la reforma político-electoral, promulgada el pasado 31 de enero, es un proyecto para modificar positivamente nuestro marco institucional y de elecciones. Pero, ¿así es como lo ven los mexicanos?

 

La percepción

 

Por principio, tenemos que sólo 4 de cada 10 ciudadanos se enteraron de la promulgación de la reforma político-electoral, cifra alta con respecto a reformas como la hacendaria, pero baja si se compara con otras como la educativa.

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Así pues, el 74% de los entrevistados dice estar de acuerdo con que una elección se anule si se comprueba que algún partido o candidato hace campaña fuera de los tiempos que marca la ley; el 73% está a favor de la nueva cuota de género, es decir, que la mitad de los candidatos de todos los partidos sean mujeres obligatoriamente, y el 80% cree que fue una buena medida el haber incrementado al 3% el mínimo de votos totales por partido para que éstos no pierdan su registro.

Hasta aquí parece no haber opiniones encontradas y, como puede apreciarse, los ciudadanos están a favor de la legalidad, la competencia pareja, la equidad y a que termine de una vez el gasto innecesario en instituciones (partidos) que no convencen a nadie.

Lo que sí resulta digno de destacar, por cuanto el tema de la reelección -tema tabú a lo largo de nuestra historia-, es que al día de hoy el 34% de los entrevistados estaría de acuerdo con que los ciudadanos podamos reelegir a los diputados federales y a los senadores, cifra que disminuye al 27% en los cargos de diputados locales y presidentes municipales, y que aún parece baja pero que demuestra que este tema ha cobrado mayor aceptación entre los ciudadanos en los últimos años.

Habrá que esperar la elaboración de las leyes secundarias y la puesta en marcha de la reforma político-electoral. Por lo pronto, la opinión acerca del impacto que traerá esta reforma es positiva: 14% considera que con ella habrá un México más democrático, 45% que habrá algunos cambios pero no los suficientes y sólo el 39% cree que esta reforma no traerá ningún beneficio al país; es decir, 6 de cada 10 le ven algo bueno. Sin embargo, al momento de preguntar por cambios en lo particular, tenemos que el 68% piensa que con el nuevo Instituto Nacional Electoral (INE) –que sustituirá al IFE- el tema de las elecciones no tendrá cambios sustanciales, mientras que el 72% cree que la corrupción se mantendrá en los mismos niveles, aún con la nueva Fiscalía que reemplazará a la PGR en la persecución y sanción de delitos electorales.