ATLANTA. A lo largo y ancho del sur de Estados Unidos, los residentes hastiados del invierno se despertaron el miércoles en una región cubierta de hielo, nieve y lluvia helada, mientras que los meteorólogos advierten que lo peor de la tormenta potencialmente “catastrófica” aún está por llegar.
Desde Texas hasta las Carolinas y Atlanta, un importante centro de negocios para la región, las carreteras estaban resbaladizas por el hielo, decenas de miles de personas se quedaron sin electricidad, y una mezcla invernal cayó en muchas áreas.
Funcionarios y analistas en varios estados utilizaron un lenguaje inusualmente grave en las advertencias, y coincidieron en que la mayor preocupación es el hielo, que podría dejar sin energía muchas zonas por varios días. Los vientos, con ráfagas que alcanzaban cerca de 50 kilómetros por hora en algunas partes de Georgia, amenazaban con exacerbar los problemas.
En Atlanta, donde una tormenta sorprendió la región metropolitana y dejó varados a miles de vehículos hace apenas dos semanas, se reportaron decenas de miles de clientes sin electricidad en todo el estado. Tanto las autopistas urbanas como las interestatales estaban en gran medida desoladas, con pocas huellas de vehículos, mientras la mayoría de las personas obedecieron las advertencias para quedarse en casa.
La caída de punzantes gotas de lluvia, marcadas por las fuertes rachas de viento, creó una costra de hielo en los parabrisas de los automóviles. Las resbaladizas aceras convirtieron incluso el más corto de los paseos en un asunto traicionero.
En las áreas del centro, normalmente muy activas, casi todos los negocios estaba cerrados, a excepción de una farmacia de la cadena CVS.
Amy Cuzzort, de 32 años, paseaba a su perro. Ella es profesora en Atlanta, pero las clases se cancelaron. Cuzzort, que pasó seis horas en su auto durante la paralización del tráfico por la tormenta de enero, dijo que pasaría ésta en casa, “haciendo tareas y viendo películas”.
En Decatur, en las afueras de Atlanta, el estudiante de la Universidad Estatal de Georgia Matt Stanhope, de 23 años, se aventuró a salir para ir a una farmacia, pero luego pensaba quedarse en casa.
Cuzzort y Stanhope estaban haciendo exactamente lo que aconsejaron los funcionarios. El gobernador de Georgia Nathan Deal y el alcalde de Atlanta Kasim Reed habían implorado la noche del martes a las personas que llegaran a un lugar seguro y se quedaran allá.
En un mensaje la madrugada del miércoles, el Servicio Meteorológico Nacional calificó la tormenta como “un evento de proporciones históricas”.
Y continuó con un rosario de adjetivos: “Catastrófica… agobiante… paralizante”.
El pronóstico provocó comparaciones con una tormenta de hielo en el área de Atlanta en el año 2000 que dejó más de 500 mil hogares y negocios sin electricidad y una tormenta épica en 1973 que causó unos 200 mil apagones a lo largo de varios días. En el año 2000, las estimaciones de daños superaron los 35 millones de dólares.
Eli Jacks, del Servicio Meteorológico Nacional, dijo que los meteorólogos utilizan palabras como “catastrófica” con moderación.
“A veces queremos decirles: ‘Oye, escucha, esta advertencia es diferente. Esto es realmente muy peligroso y no sucede muy a menudo”’, dijo Jacks.
Señaló que acumulaciones de hielo de tres cuartos de pulgada (algo menos de dos centímetros) serían catastróficas en cualquier lugar. Pero la zona de Atlanta y otras partes del sur de Estados Unidos son particularmente vulnerables: Muchos árboles y ramas cuelgan sobre los cables eléctricos. Cuando el hielo se acumula sobre ellos, las ramas se quiebran y caen, interrumpiendo el servicio eléctrico.
En todo el sur profundo, las carreteras resbaladizas causaban problemas. En el norte de Texas, al menos cuatro personas murieron en accidentes de tráfico en las carreteras heladas, entre ellas un bombero de Dallas que fue golpeado y cayó 15 metros desde una rampa de la carretera interestatal 20, según un informe de la policía.
En Mississippi, se informó de dos muertes en accidentes de tránsito relacionados con el clima.
Delta canceló cerca de 2 mil 200 vuelos entre el martes y el miércoles, la mayoría de ellos en Atlanta.