A las muestras de repudio por parte de la sociedad civil y de integrantes del gremio, se sumaron organismos internacionales. Amnistía Internacional (AI) llamó a las autoridades a no descartar la labor periodística como móvil del crimen, mientras que la ONU señaló que desde 2011 Veracruz ha registrado las sucesivas muertes violentas de periodistas.

 

“En el caso de Gregorio Jiménez esta investigación deberá agotar la posibilidad de que su asesinato ocurriera como consecuencia de su labor como periodista”, señaló AI en un comunicado.

 

El cadáver de Jiménez de la Cruz fue hallado el 11 de febrero en una fosa clandestina junto a otros dos cuerpos en el municipio de Las Choapas, en Veracruz, según informó el procurador de Justicia del Estado, Amadeo Flores. El periodista fue secuestrado por hombres armados el 5 de febrero en Coatzacoalcos, luego de dejar a sus hijos en la escuela esa mañana.

 

A principios de esta semana detuvieron a uno de los sospechosos que confesó su participación en el secuestro y asesinato supuestamente motivado por una “venganza personal”. El detenido identificó a Teresa de Jesús Hernández Cruz, dueña de un bar de Coatzacoalcos, como la persona que contrató a los asesinos del periodista.

 

En un pronunciamiento por separado, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH señaló que el fatal desenlace trae una vez más el luto a Veracruz, entidad en la cual desde el año 2011 hemos lamentado las sucesivas muertes violentas de varios periodistas.

 

Se trata de Regina Martínez, Esteban Rodríguez, Gabriel Hugé Córdova, Irasema Becerra, Guillermo Luna Varela, Víctor Manuel Báez Chino, Noel López Holquin, Miguel Ángel López Velasco, Yolanda Ordaz de la Cruz, Misael López Solana, Esteban Rodríguez y Agustina Solana.

 

Asimismo, el Committee to Protect Journalists registra que continúan desaparecidos los periodistas Sergio Landa Rosado, Miguel Morales Estrada y Manuel Gabriel Fonseca.

 

“Combatir la impunidad que rodea muchos casos de agresiones contra las y los comunicadores sociales, así como los múltiples ataques a las instalaciones de los medios, es un deber indelegable e irrenunciable de las autoridades, pero urge además atender el evidente clamor del gremio periodístico por que se diseñen e implementen medidas eficaces de prevención ante la vulnerabilidad creciente en la que desarrollan sus labores”, declaró Javier Hernández Valencia, Representante de dicha Oficina en México.

 

Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato e instó a las autoridades de México a deslindar responsabilidades, juzgar y condenar a los responsables materiales e intelectuales del secuestro y asesinato del periodista.

 

La SIP señaló en un comunicado que el reportero cubría la fuente policiaca para los diarios Notisur y Liberal del Sur de Veracruz y según Carmela Hernández, viuda del periodista, éste informó sobre varios homicidios contra migrantes cometidos en el bar, tras lo cual fue amenazado por la dueña del establecimiento. Hernández Cruz y otras tres personas están detenidas.

 

Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, instó a las autoridades mexicanas a “esclarecer el crimen en su totalidad señalando las motivaciones del asesinato, identificando a todos los responsables materiales e intelectuales para procesarlos y aplicar las sanciones correspondientes”.

 

PROTESTAS EN VERACRUZ

 

Reporteros y fotógrafos del estado de Veracruz, marcharon en diferentes ciudades del estado. Vestidos de negro, portando una flor blanca, una mordaza y cartulinas, mostraron su inconformidad por la falta de condiciones de seguridad para ejercer su profesión. Exigieron la renuncia de los funcionarios estatales de esta administración, pues en 3 años han muerto 10 periodistas.

 

En Xalapa, la marcha se llevó a cabo alrededor de Palacio de Gobierno y del edificio de la Secretaría de Seguridad Pública. Ahí, se leyeron los nombres de los  periodistas asesinados.

 

Las marchas de periodistas se dieron en Coatzacoalcos, Veracruz-Boca de Río y Xalapa.

 

La noche del martes, tras la conferencia de prensa del gobierno del estado, donde se informó la muerte de Gregorio Jiménez, reporteros de Xalapa acudieron a Plaza Lerdo a dar el último adiós, portando una vela y pancartas de indignación.

 

En Coatzacoalcos, el cuerpo del periodista Gregorio Jiménez fue velado por familiares, amigos y colegas, en la que fuera su vivienda, en Villa Allende.

 

MINUTO DE SILENCIO EN SAN LÁZARO

 

El pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio en memoria del periodista veracruzano, mientras que legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) exigieron la renuncia del gobernador Javier Duarte de Ochoa, ante su incapacidad de brindar seguridad a sus conciudadanos.

 

Al respecto, el legislador del PRI, Alejandro Montano Guzmán (ex secretario de Seguridad Pública de Veracruz) llamó a no aprovechar el tema para abordarlo desde un punto de vista político “para llevar agua a su molino”.

 

A su vez, Martha Beatriz Córdova (de Movimiento Ciudadano) explicó que no sólo se trata del asesinato de Gregorio Jiménez sino de la incompatibilidad de los testimonios de sus amigos con lo que ha dicho el gobierno del estado, a través de responsable de comunicación social Gina Domínguez Colío.