A lo largo de los años, no sólo he probado platillos innovadores que son un reflejo de los sabores del lugar, sino que la comida del Chef Alejandro Ruiz, siempre me ha gustado por la limpieza con la que maneja los ingredientes y el orgullo con el que expone su gastronomía regional.
El lugar para mi maneja una cierta magia, ya que invariablemente una visita a este restaurante incluye buena compañía, amigos, conversaciones que fluyen entrelazadas con memorias de la cocina excepcional en este lugar.
Con el paso del tiempo, Alejandro se ha convertido en toda una personalidad, teniendo reconocimientos de revistas como Travel & Leisure, Food & Wine, National Geographic, Monocle, GQ y hasta CNN. Además, hoy en día conduce su propio programa de televisión, de nombre El Placer de los Sentidos que actualmente se transmite por CORTV, en donde recorre su estado. Sin embargo, es evidente que más allá de buscar notoriedad, su verdadero motor es la pasión por difundir su cultura a través de sus platillos. Esto es evidente desde el momento en que te platica sobre sus orígenes, ya que nunca olvida sus raíces. Cuenta que es un chef totalmente empírico. Nació en la comunidad rural de La Raya de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca y aprendió desde chico todo los secretos de la cocina oaxaqueña a través de su madre, una cocinera tradicional. Además, hoy, es uno de los principales promotores del Festival Gastronómico El Saber del Sabor, que se celebra en la ciudad de Oaxaca cada año.
Al platicar con Alejandro sobre el concepto me dice que la idea surgió de tantas veces que venía a México y se percató de la poca oferta gastronómica que había de comida Oaxaqueña. A través de su restaurante busca formar una red de proveeduría de ingredientes elaborados por campesinos oaxaqueños y así mostrar los verdaderos sabores que integran su gastronomía. Me comenta que no es fácil, sino que ha implicado muchos esfuerzos: primero para obtener el producto y además después para manejarlo adecuadamente y garantizar que llegue a su restaurante en óptimas condiciones.
En cuanto a la cocina per se, el chef la describe como una cocina tradicional que se apoya en la
Después, llegó una sopa de frijolón y de plato fuerte probé una trilogía de moles: uno negro con pavo, otro amarillo con un espectacular corte de New York y sin duda el platillo estrella de la noche que fue el mole verde con Lengua. Al preguntarle al Chef sobre el platillo, comentó
Para terminar, degustamos una natilla de rompope, un mousse de chocolate y pastel de tres
Así, salí del lugar con un buen sabor de boca, después de tomarme un delicioso té de poleo (una hierba del monte oaxaqueño), conocido por su propiedades digestivas. Para no variar, ni perder la costumbre, la magia de Alejandro llegó a la Ciudad de México ya que entre amigos, buena compañía y conversaciones deliciosas ahora tengo nuevas memorias de su cocina excepcional sin la necesitad de siquiera haber tenido que viajar a Oaxaca.
Espero que tengas un fabuloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!
Guzina Oaxaca
Restaurante y Mezcal
Presidente Masaryk 513 Col. Polanco Reforma Tel. 5280-3574