Copiar del modelo de distribución de la mariguana de Estados Unidos y Uruguay, el Partido de la Revolución Democrática (PRD)  en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal busca que la venta de esta droga se haga en lugares seguros.

 

Sin embargo, aún no se tiene claro las características que deberá tener el establecimiento donde se realice la distribución, aun cuando se señala que debe ser un sitio seguro.

 

Diputados locales y federales del PRD presentaron ayer un paquete de iniciativas para reformar leyes locales y federales, a fin de regular el consumo de la mariguana en el Distrito Federal.

 

Este paquete contempla dos propuestas: la primera, del ámbito local, donde se pretende reducir la persecución del delito del consumidor y distribuidor de esta sustancia.

 

Segunda: se propone habilitar espacios para el abastecimiento seguro de la cannabis, los cuales serán regulados por el Instituto para la Atención y Prevención de las Adiciones del DF (IAPA), en donde se deberá instalar un semáforo de riesgos.

 

En estos espacios, los vendedores no podrán distribuir otras sustancias más que las autorizadas, además de que se brindará orientación y servicios de salud a los consumidores.

 

A nivel federal

 

La segunda iniciativa, será del ámbito federal en donde se buscará reformar la Ley General de Salud para permitir aumentar de 5 a 30 gramos la dosis permitida para uso personal.

 

También se buscará que el Congreso de la Unión brinde a los estados las competencias legales para el cultivo y control sanitario de sustancias ilícitas, entre ellas la mariguana.

 

Alejandro Madrazo, uno de los asesores jurídicos de la iniciativa, indicó que la regulación de la mariguana obligará al Estado determinar modalidades de producción, distribución y consumo a fin de minimizar el impacto negativo que puede llegar a tener las distintas sustancias.

 

Los riesgos

 

La iniciativa señala que en el tema de reducción de riesgos y daños se debe incluir una separación estricta de mercados, asegurando que la venta de cannabis se lleve a cabo de la forma más segura y responsables, sin que los usuarios de cannabis no estén expuestos ni a otras sustancias psicoactivas.

 

Sin embargo en el documento no se precisa cuáles serán los mecanismos para la reducción de daños, qué se considera  situaciones de riesgo, cómo es que se minimizarían los daños, ni tampoco cómo será la separación estricta de mercados.

 

Aunque se establece que se compondrá de un sistema de Información para la Reducción de Riesgos y Daños se encargará de supervisar que en los espacios para el abastecimiento seguro se informe a los usuarios de cannabis, el documento no señala los criterios que tomarán las autoridades para asegurar que dichos espacios sean seguros y que la información que brinden sea la correcta y la adecuada.

 

En cuanto a las comisiones de disuasión, estás tendrán por objeto proporcionar a las persona que asistan, la  información y el apoyo técnico para advertir o minimizar los riesgos o daños asociados al consumo de sustancias psicoactivas, sin embargo, el documento tampoco especifica qué se considera como riesgo o como daño para los usuarios de esta sustancia.