Estados Unidos, México y Canadá llegan a la Cumbre de Líderes de Norteamérica en Toluca, en medio del 20 aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y con cifras récords en su relación comercial y económica.

 

Sergio Alcocer, sub secretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, subrayó la importancia de la cumbre debido a que estos tres países generan más Producto Interno Bruto a nivel mundial que Asia y Europa.

 

 

El comercio entre México, Estados Unidos y Canadá experimentó un aumento del 350 por ciento en los primeros 20 años del TLCAN y ayudó a consolidar a la región de Norteamérica como una de las más competitivas del mundo, de acuerdo con analistas y funcionarios.

 

“Aunque el impacto del TLCAN ha sido en ocasiones exagerado, ha mostrado ser el acuerdo comercial más exitoso en la historia de Estados Unidos, con excepción de la Ronda Uruguay”, señaló un análisis de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (USCC).

 

Estados Unidos y México registraron en 1993, un año antes del acuerdo comercial, una balanza comercial de 81.4 mil millones de dólares, con un superávit favorable a la economía estadunidense por 1.6 mil millones de dólares.

 

Para el año 2013, luego de dos décadas del TLCAN y a pesar de algunos altibajos, los dos países alcanzaron una nueva marca histórica en su comercio de más de 506 mil millones de dólares, con un superávit por 54.3 millones de dólares a favor de México.

 

El comercio con Estados Unidos con Canadá fue de 211.6 mil millones de dólares en 1993, con un déficit estadunidense de 10.7 mil millones.

 

Para el 2013, el comercio bilateral fue de 632.4 mil millones de dólares, con un superávit canadiense de 31.7 mil millones.

 

“Norteamérica emerge como la región potencialmente más competitiva del mundo por las razones que hicieron posible el TLCAN”, señalo Eduardo Medina Mora, embajador de México en Washington, en un reciente foro organizado por la Universidad Americana de Washington.

 

“Hubo avances fundamentales con insuficiencias, en especial en infraestructura fronteriza y en la capacidad para el procesamiento de mercancías y el transito de personas”, sostuvo.

 

En 1993 apenas 1.0 por ciento del comercio bilateral México-Estados Unidos se movía por ferrocarril. Actualmente la proporción es del 17 por ciento.

 

Los presidentes Enrique Peña Nieto de México, Barack Obama de Estados Unidos y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, tendrán oportunidad de hablar de la “visión estratégica” para Norteamérica en la Cumbre de líderes a celebrarse el 19 de febrero en Toluca, capital del Estado de México.

 

“De lo que ahora se trata es de construir está visión de gobiernos para que, a través de políticas públicas enfocadas en bajar los costos de transacción y aumentar la competitividad de la región, podamos aprovechar mucho más del potencial que todavía tenemos”, dijo Medina Mora.

 

Con motivo del 20 aniversario del acuerdo comercial, algunos de los principales centros de investigación de Washington han celebrado en los últimos meses foros de análisis y discusión, en su mayoría con expresiones favorables sobre el impacto del acuerdo.

 

Para la ex represente comercial de la Casa Blanca, Charlene Barshefsky, el TLCAN debe ser actualizado para evitar que se erosionen sus beneficios entre los tres socios originales.

 

“Creo que es poco inteligente e innecesario reabrir el TLCAN de manera formal (…) pero creo que hay cuatro rutas para mejorarlo a partir del éxito del acuerdo”, dijo Barshefsky en un foro patrocinado por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).

 

Destacó la importancia de adoptar soluciones concretas a “irritantes” de la relación comercial, como la protección de la propiedad intelectual y el movimiento de personas y actualizar las áreas que sólo requieran nuevas regulaciones y no nuevas leyes.

 

Asimismo, propuso usar a la Alianza Transpacífica (TPP), que se encuentra en sus etapas finales de negociación, como plataforma para una mayor liberalización en temas como servicios.

 

Para otra ex representante comercial de la Casa Blanca, Carla Hills, la siguiente etapa de la integración regional debe permitir que México y Canadá se sumen a las negociaciones del acuerdo trasatlántico de comercio e inversión de Estados Unidos con la Unión Europea.

 

Hills señaló que la inclusión de México ayudaría a facilitar el programa de reformas del presidente Enrique Peña Nieto.

 

Para el sector privado estadunidense, el TLCAN es un “exitoso modelo económico”, pero reconoció enfrenta retos que deben ser superados para eliminar algunos cuellos de botella.

 

“Las fronteras de Estados Unidos con Canadá y México se han estrechado considerablemente conforme a nuevas medidas de seguridad implementadas a la luz de los atentados del 11 de septiembre de 2011”, indicó el análisis.

 

“Aunque la seguridad reforzada es necesaria, algunas medidas han sido engrosadas de tal manera que han elevado el costo de hacer negocios con dos de nuestros socios comerciales más cercanos y nuestros más grandes socios comerciales”, acotó el mayor organismo empresarial del mundo.