ROMA. La obsesiva dependencia de la madre por parte de uno de los dos cónyuges puede considerarse una causa válida para que la Iglesia católica anule un matrimonio.
La noticia ocupó ayer gran espacio en la prensa italiana, después de que así lo explicase el vicario judicial de la diócesis de Liguria (noroeste), Paolo Rigon, durante la apertura ayer del año judicial eclesiástico de esta región.
Los afectados por esta dependencia no “son capaces de cumplir con los deberes conyugales. Hay casos en los que se está tan apegado a la madre que no se puede hacer vida común con la pareja”, confirmó en declaraciones al diario La Stampa el cardenal jurista Velasio de Parolis, miembro del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica.
En su alocución, el vicario judicial Rigon explicó que puede ser considerada causa de nulidad, ya que “para cada decisión, para cada movimiento que se quiera hacer en el seno de la pareja, se busca siempre la aprobación del padre o de la madre, que de hecho se convierte psicológicamente en el verdadero cónyuge y la persona casada pasa a ser sólo un sustituto”.
“Es como haberse casado con la suegra”, resumen así la prensa italiana la explicación de la Iglesia católica.
Rigon cita que en su experiencia se ha encontrado con “situaciones concretas” en las que “jóvenes y adultos, debido a una inmadurez psicológica, falta de preparación a la vida, se casan si saber lo que les espera y continúan su vida como la hacían cuando eran niños o adolescentes”.
Los diccionarios italianos recogen la palabra mammismoque significa excesivo sentimiento protector de la madre y la consecuente subordinación afectiva del hijo, por ello Rigon la diferencia de la clásica figura en Italia del mammone, es decir de las personas que “necesitan a sus madres o no se quieren despegar de ellas” (lo que en México se conoce, coloquialmente, como “mamitis”).
Esta dependencia es como una especie de “droga” que “incide gravemente en la vida conyugal”, añade Rigon.
El Corriere della Sera publica también la opinión del decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, arzobispo de Génova, que asegura que “el matrimonio debe ser un acto realizado en total libertad”, por ello el mammismo puede ser causa de nulidad ya que “uno no es libre cuando busca constantemente a una tercera persona”.
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