GINEBRA. La Unión Europea suspendió las negociaciones para que Suiza participe en los programas comunitarios de intercambio de estudiantes conocido como Erasmus + así como el de cooperación científica Innovación y Desarrollo (I+D) Horizonte 2020., como represalia por la limitación a trabajadores comunitarios aprobada en el referendo de la semana pasada.
“Dadas las circunstancias y en ausencia de una clara señal política de hacerlo, las próximas rondas de negociación se pospusieron hasta que Suiza firme el protocolo”, afirmó uno de los portavoces del Ejecutivo comunitario, Joe Hennon.
La reacción de la UE no se hizo esperar y las amenazas lanzadas por la Comisión Europea se materializaron en hechos: el bloque comunitario no continuará las negociaciones para prorrogar a partir de 2015 estos dos programas de los que se beneficia en gran medida el país alpino.
Actualmente unos 3 mil estudiantes de este país están cursando materias en universidades de la UE gracias al programa Erasmus.
La UE ya suspendió la semana pasada las negociaciones de un acuerdo sobre intercambio de electricidad con Suiza y paralizó la aprobación de un mandato para negociar un acuerdo institucional con el país alpino.
En concreto, la paralización de las conversaciones responde a la negativa de Suiza a firmar el protocolo que extiende la libre circulación de personas a los trabajadores procedentes de Croacia, país que entró en la UE en julio del año pasado.
El gobierno helvético anunció que de aquí a junio definirá los plazos para la introducción de cuotas a los trabajadores europeos y que antes de que acabe el año, aprobará la legislación necesaria para ponerlas en práctica.
Al mismo tiempo, expresó su disposición a negociar con la UE.
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, tomó nota de las intenciones suizas, pero advirtió que la libre circulación de personas “no es negociable”.
En opinión de Barroso, la UE “ofrece a Suiza una situación excepcional”, dado que tiene un acceso sin restricciones al mercado interior comunitario y sus ciudadanos pueden establecerse “por todas partes en Europa”, con unos 430 mil suizos que viven y trabajan en la Unión.
Por ello, opinó que “no es justo que Europa ofrezca a Suiza esta condición y que luego Suiza no ofrezca la misma condición, y hay un acuerdo internacional entre Suiza y la UE que debe ser respetado. ‘Pacta sunt servanda’, como se dice en latín”, dijo en relación a que los acuerdos deben cumplirse.