BERLÍN. La oposición alemana cuenta con un nuevo tema polémico contra la canciller Angela Merkel, al revelarse que varios de los ministros utilizan sus despachos de Berlín como “departamentos” para de este modo ahorrarse el pago de un alquiler. En Alemania, el estado paga las oficinas ministeriales, los gastos laborales y el personal de estas oficinas, pero la vivienda la deben pagar los ministros de su propio sueldo.

 

Según la revista Der Spiegel, una de las ministras que utiliza esta técnica de “dormir en la oficina” es la titular de Asuntos de Familia, Manuela Schwesig, que dispone en su despacho un cuarto con cama, armario, cocina y su propio baño.

 

También la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, duerme en un pequeño sofá en cuarto de 7.4 metros cuadrados. Situaciones parecidas protagonizarían según esa publicación el ministro de Justicia, Heiko Maas, y Andrea Nahles, ministra de Empleo, Andrea Nahles. La oposición insiste en que esos ministros deben indicar que utilizan la oficina como vivienda en sus declaraciones de impuestos.

 

Uno de los políticos más críticos ha sido el izquierdista Gesine Lötzsch, quien declaró que “con su exuberante sueldo cualquier ministro debería ser capaz de alquilar un apartamento en la capital”.

 

Los expertos dudan de que estos actos sean legales. “Si un ministro tiene un sofá plegable hay nada malo en ello”, dice el profesor de derecho de Berlín Ulrich Battis, pero “si un ministro traslada permanentemente todo un departamento al ministerio sí que es muy problemático”.