El vicario de la Diócesis de Apatzingán, Michoacán, Gregorio López, demandó la destitución del presidente municipal Uriel Chávez, por considerar que existen pruebas contundentes de su presunta relación con el cártel de Los Caballeros Templarios.
“Es una real vinculación, desde la campaña, desde sus nexos. Hay testimonios fehacientes de sus reuniones, de sus pactos, de sus órdenes, de sus ataques; impunidad ante un secuestro, ante una muerte”, acusó el prelado.
López vinculó además al jefe de seguridad de Chávez Mendoza con la delincuencia organizada; “su jefe de seguridad era el que levantaba; él sabía, él ordenaba a quién se levantaba”, expresó en entrevista esta tarde.
El sacerdote, que ha apoyado a los grupos de autodefensa y oficiado misa con chaleco antibalas, adelantó que presentará la petición de destitución del edil de Apatzingán al Congreso de la Unión.
En días pasados el líder de la autodefensa de La Ruana, Hipólito Mora, dijo a un noticiero que el grupo que él encabeza se encuentran en la catedral de Apatzingán fue porque así se lo pidió ‘El Padre Goyo’, quien les ha ayudado “y es importante dentro del movimiento.”