Aunque empezó a trabajar a los 16 años, Rodrigo Medina de la Cruz es un funcionario poco eficiente. Ahí están los números. 

 

 

Fue delegado del Instituto Nacional de Migración para Coahuila y para su estado, Nuevo León, también subsecretario de Atención Ciudadana y Asuntos Religiosos y secretario técnico del Comité de Inteligencia y Seguridad. 

 

 

En el 2006 se convirtió en diputado federal, pero abandonó a sus electores y representados: solicitó licencia para ausentarse del cargo. Su jefe, José Natividad González Parás, lo invitó a ocupar la Secretaría General de Gobierno.

 

 

Nati lo llevaba a todos lados, lo presentaba con todos, lo introdujo en todos los círculos sociales posibles, pero nunca terminó de entrar. Fue un delfín muy débil el nacido el 9 de septiembre de 1972, y llegó con calzador a la gubernatura el 4 de octubre de 2009.

 

 

Por cierto, está olvidado en la actual administración que encabeza Enrique Peña Nieto. ¿Será porque dejó en su oficina a un joven inexperto?

 

 

El 25 de agosto de 2011, cuando se dio el ataque al Casino Royale y con ello perdieron la vida 52 personas, Medina actuó lento y eso lo separó aún más de sus gobernados.

 

 

Es maestro en Derecho Corporativo Internacional por la Universidad de Miami, pero aprendiz de político. Nunca aprendió. Es más, Nuevo León es un foco rojo para el Comité Ejecutivo Nacional del PRI que encabezan César Camacho Quiroz e Ivonne Ortega Pacheco.

 

 

Es más, los mismos Álvaro Ibarra, secretario de Gobierno; Rodolfo Gómez, secretario de Finanzas; Adrián de la Garza, procurador de Justicia; Jorge Domene, titular de la Oficina del Gobernador; Juana Aurora Cavazos, secretaria de Educación; Rolando Zubirán, secretario de Desarrollo Económico, y Federico Vargas, secretario de Desarrollo Social saben que la gente está enojada, muy molesta y decepcionada.

 

 

Los que allá viven se quejan de la terrible inseguridad, de la contaminación, de la galopante corrupción, de la preocupante impunidad, del aumento de bandas criminales que comercian con drogas, del incremento en el consumo de estupefacientes pero, sobre todo, de la insensibilidad de sus autoridades.

 

 

Todo parece indicar que la guerra electoral en 2015 la encabezarán dos damas: las senadora priista Marcela Guerra y la alcaldesa panista Margarita Arellanes. La primera podría ser derrotada porque la gente le apuesta al cambio e irá a las urnas para cobrársela a Rodrigo Medina de la Cruz.

 

 

Ya lo veremos.

 

 

METEPEC.-Todo un éxito resultó el Primer Gran Maratón en este pueblo mágico el pasado domingo; el primer varón en cruzar la meta fue Hilary Kipchir. La primera dama en recorrer los 42 kilómetros fue Judy Kiniuge, pero quien se colgó la medalla fue la presidenta, Carolina Monroy del Mazo. Por cierto, esposa del subsecretario de Sedesol, Ernesto Nemer, y mamá de Ernesto Nemer Monroy, presidente del DIF y presidente de Chaviza Revolucionaria en el Estado de México.

 

 

PUEBLA.-Antonio Gali Fayad ya es el primer edil de la capital. Con su rendición de protesta ya empezó la cuenta regresiva para convertirlo en candidato a la gubernatura. Lo acompañará en esta aventura el regidor Ángel Trauwitz y el comunicador Marcelo García Almaguer. No pierda de vista al mejor amigo de Rafael Moreno Valle que en su calidad de presidente de la Conago recibirá a sus homólogos este 25 y 26 en su entidad. Ahí entregará los bártulos al gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre. Por cierto, los acompañarán los secretarios Osorio Chong, Chuayffet, Robles y el Presidente de la República.

 

 

REAL DEL MONTE.- ¿Usted llevaría a su familia a vacacionar a Mineral del Monte, Hidalgo? Antes de decidir le platico que asaltaron ahí, este fin de semana, al senador Penchyna y al presidente del Atlante, José Antonio García. Pésima noticia para el presidente Camilo Nava Rosales, que por cierto enfrenta señalamientos de que de manera sistemática viola los derechos fundamentales.

 

 

*Periodista, editor y radiodifusor | gustavo@libertas.com.mx