A Espinoza Paz no le gusta que lo critiquen, pero cada vez que se presenta en algún sitio arma algún lío; lo digo porque llegó al foro de Mojoe, con Yolanda Andrade y Montserrat Oliver, para ser entrevistado y cantar.
Sentado en la sala es muy sonriente y amable, pero insiste que las entrevistas de pasillo no le gustan y que si no tiene nada interesante que decir, prefiere callar. En eso tiene razón, pero estas poses a veces no se entienden, porque muchos reporteros lo esperaban afuera para platicar con él y se escapó sin atenderlos, argumentando que hay temas de los que no quiere platicar en público.
Ese día, Yolanda Andrade le pidió una entrevista para Bandamax también se la negó, argumentando que ese canal ahorita le cae mal, pese que ellos lo apoyaron mucho al inicio de su carrera. Yolanda estaba realmente molesta ante la negativa, pero no le quedó otra más que tragarse el orgullo y seguir con la entrevista para su programa.
Espinoza Paz es talentoso, pero lo recuerdo en sus inicios, un chico muy sencillo y entregado, siempre dispuesto, prometía en aquel entonces, no olvidar sus orígenes y mantener los pies bien puestos sobre la tierra, dicen que su gente es la que lo jala y no lo deja detenerse, pero él le da las órdenes a su personal, para que lo salven ante situaciones comprometedoras. Y todo porque el cantautor dice que le preguntan puras cosas enredadas que luego se convierten en escándalo.
Total que por el motivo que sea, Espinoza Paz no encuentra el equilibrio, entre ser accesible y saber huir cuando en realidad sea necesario.
Hay más…pero hasta ahí les cuento.