Ante la transformación del IFE al INE, la redistritación electoral -proyecto iniciado en la gestión de Leonardo Valdés- está en riesgo de quedarse en los archivos y no aplicarse en las elecciones de 2015, como lo mandatan las leyes electorales.

 

De acuerdo con la legislación, el IFE está obligado a realizar una redistribución electoral de los 300 distritos con base en el último censo poblacional, por lo cual el proyecto serviría para los comicios de diputados federales en 2015, presidenciales y renovación del Senado en 2018, así como las de 2022.

 

Según el Cofipe, en su artículo 118, es facultad del Instituto ordenar a la Junta Ejecutiva elaborar “estudios y proyectos para la división del territorio de la República en 300 distritos electorales y determinar el ámbito territorial de las cinco circunscripciones plurinominales”.

 

Para que la redistritación pueda aplicarse en las próximas elecciones es necesario que se apruebe por el Consejo del IFE antes del 30 de abril; sin embargo, el proyecto dejado por Leonardo Valdés tiene la desaprobación de la mayoría de partidos.

 

El órgano electoral, desaparecido por la reforma electoral y transformado en Instituto Nacional Electoral (INE), inició la redistritación en 2012 y fue en la última sesión de Leonardo Valdés que el proyecto se sometió a discusión del pleno.

 

Durante la sesión de despedida de Valdés, siete de los ocho consejeros coincidieron que no existían condiciones para aprobar las nuevas demarcaciones electorales.

 

De acuerdo con el proyecto presentado, cuatro estados perderían un distrito: Oaxaca, Puebla, Veracruz y Sinaloa, así como el Distrito Federal. Y siete entidades ganarían uno: Estado de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Quintana Roo y Tamaulipas.

 

Los partidos fijaron su postura y rechazaron en bloque la redistribución planteada por el ex presidente del IFE. En esa ocasión, consejeros como María Marván refirieron que de no aprobarse en 2014, a causa de la nueva de demografía poblacional, podrían llevarse a cabo elecciones inequitativas. A poco más de dos meses de que se cumpla el plazo, el proyecto sigue varado.

 

Para Camerino Eleazar Márquez, representante del PRD, “es un tema muy polémico, lo más lógico debería ser con la lista nominal del padrón y no el resultado del INEGI que es cada 10 años”.

 

El representante del sol azteca calificó como injusto que los actuales consejeros no retomen el proyecto, “porque algunas entidades habrá sobre representación, tal como venía el proyecto al partido que beneficia es al del gobierno, porque es el que movería ciertos territorios donde es gobierno o donde podría incidir a partir de que tiene cabeceras distritales”.

 

A su parecer, “es una consigna que traía Leonardo Valdés y que quiso votar el último día de su mandato, y no lo logró afortunadamente, porque era un acto autoritario, sin valorar los criterios técnicos más allá de temas partidarios”.

 

Por su parte, el presidente provisional del IFE, Marco Antonio Baños, dijo que siguen trabajando en el proyecto que primero tendrá que ser discutido entre los consejeros y luego subido al pleno del instituto.