CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco aclaró que la riqueza y los bienes materiales son buenos siempre que ayuden a los demás, en el prólogo de un libro que saldrá a la venta la próxima semana.

 

Pobre para los pobres. La misión de la Iglesia” es el título del texto escrito por Gerhard Ludwig Mueller, arzobispo alemán y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe que el próximo sábado será investido como cardenal.

 

En su texto el líder católico se refirió a la pobreza, no sólo la económica sino también la social o moral, invitando a usar los bienes no solamente para las propias necesidades sino también para que, al ofrecerlos a otros, produzcan frutos.

 

“El dinero es un instrumento que de alguna manera -como la propiedad- prolonga y acrecienta la capacidad de la libertad humana” y por ello le permite “de obrar en el mundo, de actuar y de llevar fruto”, escribió Bergoglio en un texto anticipado por el diario “Il Corriere della Sera”.

 

Aclaró que la palabra “pobreza” en el mundo occidental es considerada un sinónimo de “malestar”, porque relacionado a una carencia económica, lo que significa irrelevancia de poder, político, social y humano.

 

“Quien no posee dinero es considerado solamente en la medida en la que puede servir a otras finalidades. O sea enfatiza negativamente este estatus”, constató.

 

Precisó que eso mismo sucede cuando el hombre pierde la esperanza de lo trascendente y también “pierde el gusto de la solidaridad”, de “hacer el bien por la simple belleza de hacerlo”.

 

No existen solamente las pobrezas relacionadas con la economía. Jesús mismo nos lo recuerda, advirtiéndonos que nuestra vida no depende solamente de nuestros bienes”, precisó.