La ciencia ficción es un género que, debido a los vertiginosos cambios tecnológicos, se ha adaptado a los nuevos estilos de vida de la humanidad, ya que vivimos un presente alcanzado e incluso rebasado por la imaginación plasmada en relatos antiguos sobre el futuro. Ahora estas historias corren el riesgo de perder vigencia mientras nuevas ideas del mañana se avizoran, sin embargo, hay quienes apuestan por explorar esas épocas, que podrían parecer lejanas y que son tan cercanas.
La antología 25 minutos en el futuro. Nueva ciencia ficción norteamericana (Almadía, coeditado por Conaculta), elaborada por Pepe Rojo y Bernardo Fernández (pa’ los cuates BEF) es la evidencia de que existen personas dispuestas a tomar riesgos por el futuro e invitan a plantear una metrópolis en el imaginario colectivo, donde la ciencia ficción nos invita a ir al futuro y entrar en una paradoja y acercarnos al presente.
– Esta antología que resulta necesaria, permite a los jóvenes lectores acercarse a la ciencia ficción, un género que en México tiene poco reconocimiento.
BEF: Muchas gracias. Bueno, es cierto que se trata de un género que en el país tiene muy poco reconocimiento y estaba muy abandonado editorialmente también.
PEPE: Sí, hacía mucho tiempo que no se elaboraba una antología de traducción; a nosotros de chavitos nos tocaron varias y que fueron invaluables, pero que ahora hay un enorme hueco en cuanto al género, que es de unos 25 años.
-La pasión que tienen ustedes por la ciencia ficción es muy conocida, pero en qué momento se decidieron por armar una antología de este género con escritores norteamericanos.
PEPE: El sueño guajiro estaba presente desde el milenio pasado, desde que comenzamos a hacer fanzines. Ya en esos tiempos jugábamos con la idea de traducir algunos cuentos, que incluso ya vienen acá, pero prácticamente el proyecto se concretó el año pasado.
BEF: Aunque sucedió que se nos adelantaron los gringos. Chris N. Brown hizo esta antología que se llama Three Messages and a Warning, de cuento fantástico y ciencia ficción mexicano traducido al inglés, que por cierto es el primero en su tipo, así que un poco devolviendo el gesto y retomando nuestro sueño, decidimos hacer esto, que es un poco como compartir los juguetes; es algo que vale mucho la pena porque no sólo quisimos hacer un libro para los lectores de ciencia ficción, sino que lo pueda leer todo tipo de público y de todas las edades.
-¿Cómo les resulto la preparación de esta antología y sobre todo la selección de los textos?
PEPE: El criterio básico fue que incluyéramos cuentos que nos muevan la cabeza, cuentos que leímos durante el proceso, a mí me gusta leer ciencia ficción, porque por un lado es una literatura de ideas en el sentido de que cada texto tiene que proponer algo en particular, una visión, pero al mismo tiempo está unido con una tradición, que es ser amable con los lectores, pues sobre todo en el mundo anglo viven de los lectores, entonces existe un compromiso de hacer cosas divertidas, pero a la vez bien pensadas, y que al unirse producen unos lugares extraños que hemos estado buscando desde hace mucho tiempo.
-Como se menciona, un poco, en la introducción de la antología, el escritor de ciencia ficción es el que está en el presente, pese a que ven el futuro y no sólo eso, sino que extrapola el presente.
BEF: De entrada es una extrapolación que se ha hecho cada vez más cercana, cada vez es más difícil proyectar el futuro, por eso el título irónico de 25 minutos en el futuro, ya que con lo rápido que se desarrollan las cosas y con la facilidad en que las asimilamos, se ha vuelto más difícil hacer extrapolaciones muy lejanas tanto en Estados Unidos como en México.
PEPE: El futuro se acerca muy rápido, es una presencia que tenemos encima constantemente; tan sencillo como pasa con las computadoras, que ya en poco tiempo se convierten en objetos viejos.
BEF: Tu aparato ya viene sin instrucciones, se ha asimilado tanto esta cultura digital; yo me acuerdo que los instructivos eran de unas 200 páginas en ese entonces; ahora las tecnologías son intuitivas porque tenemos asimilada una cultura digital que apareció por primera vez como ideas de ciencia ficción, que se ha derramado sobre la realidad y la realidad la ha asimilado muy bien.
– Esta antología nace de la pasión de ustedes, que vivieron todo este proceso, pero cómo fue asimilarlo, es decir la realidad es muy distinta a la que nos dice el guión.
PEPE: Es muy curioso porque como dice un escritor de ciencia ficción, de que alguien nos robó el futuro, y que hay una molestia generalizada, él dice que no hay por lo pronto una cura para el cáncer y sin embargo es sorprendente el poder de los aparatos que a diario cargamos en nuestras bolsas. No existe este futuro de pasadizos secretos y naves espaciales, sino esta cosa sucia, contrastada y global, que es una cosa bien extraña, dicen que uno de los mecanismos básicos de la ciencia ficción es el extrañamiento cognitivo, es decir a partir de la racionalidad llegar a ese momento extraño, y a mí me parece una herramienta fundamental para ver el mundo. Además la venta de la tecnología hoy en día es con un argumento utópico, que es un género dentro de la ciencia ficción, pero también es importante tener cuidado de las utopías, es decir en los 90 queríamos internet y toda la información, ya lo tenemos pero ahora nos quejamos, son paradojas súper interesantes y que se pueden trabajar.
– Su apuesta fue por escritores poco o nada conocidos en nuestro país o que incluso su obra jamás ha sido traducida.
BEF: Bueno, es que todos los escritores con los que está familiarizado el público están muertos, y varios de ellos desde hace 20 años, digamos Bradbury murió hace dos años, hay dos generaciones de separación, aquí lo que tenemos son autores emergentes, muchos de ellos con gran trayectoria y que han ganado todo lo que hay que ganar en ciencia ficción, sin embargo no todos habían sido traducidos.
-En ese sentido, en el proceso de traducción colaboraron otros autores como Alberto Chimal, pero qué tan difícil resulto encontrar un lenguaje adecuado para los lectores mexicanos.
BEF: Fue muy divertido, muy cansado también, pero sin dudar, divertido.
PEPE: Fue mucha chamba, pero la pasamos muy bien, nos pasábamos checando las traducciones, pero fue mucho trabajo, porque por un lado está todo el rollo literario y el amor por el lenguaje, y tratar de mexicanizar los cuentos respetando sobre todo el lenguaje de los originales, pero igual tuvimos la complicación de que algunos cuentos tienen un lenguaje técnico que nos rebasa, entonces tuvimos ayuda externa porque no queríamos decir alguna burrada.
BEF: La pasamos muy bien, fue una fiestota, además de la lista que propusimos sólo hubo una autora que no nos contestó, la verdad es que todo fue trato directo con los autores, de hecho a una de las autoras la logramos contactar solo a través de Twitter, fue muy divertido.
-¿Qué pasa con la ciencia ficción en México?
PEPE: La literatura de ciencia ficción es un subgénero en la literatura en México, pero es un género mayor en cine, videojuegos, comics, y es un género dominante en televisión, pero en cuanto literatura hay un prejuicio arcaico situación que me sorprende mucho porque la ciencia ficción goza de muy buena salud.
BEF: Hay muy buenos autores, además publicando en editoriales grandes, como por ejemplo Alberto Chimal con La torre y el jardín, una novela delirante que totalmente ciencia ficción, sin embargo tenemos una libertad de maniobra que no tienen los gringos porque no tenemos un mercado tan especializado, los autores están apareciendo con respetabilidad en espacios que eran impensables.
-Para BEF y Pepe qué cuentos de esta antología elegirían como sus favoritos.
BEF: Para mí, es el de Los osos descubren el fuego, que por cierto también me tocó traducir, que trata de una persona de campo en Estados Unidos, que es el primero en ver a los osos utilizando el fuego, es una cuestión evolutiva que bueno nos presenta a los osos como descubridores del fuego, historia contada por este hombre.
PEPE: Yo voy a escoger Los algoritmos del amor, que bueno es uno de esos cuentos sentimentales, y se trata de una programadora que inventa muñecas para el consumo cotidiano, que tienen inteligencia artificial y que bueno esta chica descubre que el amor no es algoritmo y pierde toda la capacidad de amar.
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