ESTAMBUL. Varias tanquetas blindadas de la policía turca han dispersado hoy con agua a presión y gases lacrimógenos una manifestación en el centro de Estambul en protesta contra una reciente ley que endurecía el control sobre internet.
Los agentes impidieron, mediante el empleo profuso de cañones de agua a presión y gas lacrimógeno, que la marcha accediera a la simbólica plaza de Taksim, vedada a las concentraciones políticas desde las protestas antigubernamentales del verano pasado.
Los manifestantes respondieron lanzando numerosos petardos y durante una hora la comercial calle Istiklal se convirtió en un campo de batalla, al igual que ocurrió hace dos semanas.
El gas pimienta afectó a numerosos viandantes y un autobús municipal tuvo que ser desalojado a toda prisa por los viajeros al llenarse de gas, relata la emisora turca Halk TV.
Las protestas se convocaron después de que el presidente turco, Abdullah Gül, ratificara el martes pasado la nueva ley de control de contenidos de internet, que la oposición califica de “censura”.
Gül prometió que la ley, tras entrar en vigor, se modificaría en el Parlamento para suavizar algunos de los puntos más polémicos, entre ellos el poder de la estatal Dirección de Telecomunicaciones para bloquear una página web sin esperar una decisión judicial.
La reforma prevé garantizar que un bloqueo debe anularse si no es respaldado por un juez en un máximo de 48 horas y que el Gobierno no podrá utilizar datos de navegación sin autorización judicial, pero para muchos activistas, la ley sigue siendo un atentado contra las libertades cívicas.
Los periodistas turcos apuntan que el Ejecutivo sólo pensó en reforzar los controles sobre internet cuando conoció la investigación a altos miembros del partido gubernamental AKP por corrupción en diciembre y se hicieron públicas en internet conversaciones comprometidas de altos cargos de la formación.