A poco más de un año de su anuncio, la Cruzada Nacional contra del Hambre, el programa insignia en materia social del actual gobierno, no ha logrado “aterrizar” en la capital del país. Pero además, la estrategia ha sido objeto de cuestionamientos en torno a sus alcances.

 

A excepción del Distrito Federal, el programa anunciado el 21 de enero en Las Margaritas, Chiapas, y puesto en marcha el 19 de abril en la localidad de Zinacantán, en el mismo estado, arrancó formalmente en 31 entidades cuyos gobiernos suscribieron el Acuerdo para el Desarrollo Incluyente.

 

Hasta ahora, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera es el único que no ha suscrito  dicho acuerdo para la implementación plena de la Cruzada. Esto, de manera fundamental al rechazo expresado por parte de la delegación Gustavo A. Madero.

 

En octubre de 2013, la delegada en esa demarcación, Nora Arias, reiteró su rechazo a la Cruzada de la Sedesol que ya había expresado desde meses antes al considerar innecesaria su aplicación. Lo anterior en el marco de la presentación del programa Aliméntate del gobierno capitalino, dirigido a las 16 delegaciones de la capital, y no sólo a las cuatro incluidas en la estrategia federal contra el hambre.

 

En cambio, meses antes los términos del arranque de la Cruzada comenzaron a negociarse con los delegados de Álvaro Obregón, Tlalpan e Iztapalapa. A la fecha, estas delegaciones han puesto en marcha de manera parcial algunas de las estrategias consideradas por la Sedesol.

 

No obstante la resistencia en la capital del país, la Sedesol aseguró la víspera que la Cruzada tiene resultados sólidos, como el hecho de que más de tres millones de personas de su población objetivo ya comen mejor.

 

“Actualmente se atiende al 50% del universo inicial de la Cruzada, es decir, a 3.4 millones de personas que viven en 405 municipios. En 2014 se busca atender a 25% más y para 2015 al resto”, así resume la Sedesol los avances t retos del programa.

 

FORTALECEN CRUZADA

 

 

El 21 de enero, a un año del anuncio, el presidente Enrique Peña Nieto anunció el reforzamiento del programa en Hidalgo. Desde Xochiatipan, el mandatario aseguró que este año se buscará incorporar a municipios urbanos dentro del programa e informó que este año se destinarán 346 mil millones de pesos para fortalecerlo.

 

En ese evento, instruyó a la Sedesol a implementar la Cruzada en los municipios de la meseta Purépecha y de Tierra Caliente, Michoacán; además de dedicar esfuerzos en la frontera norte de México, Puebla, Oaxaca, el Estado de México y Veracruz.

 

Apenas a principios de diciembre pasado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo por 450 millones de dólares (unos cinco mil 800 millones de pesos) a México para apoyar obras de infraestructura sanitaria en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

 

LOS CUESTIONAMIENTOS

 

Los recursos de los programas de diversas dependencias que confluyen en la Cruzada son significativos, sin embargo un diagnóstico del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) determinó en octubre del año la falta de articulación.

 

De los 70 programas de 11 instancias federales incluidos, sólo 10 muestran una estrecha vinculación con alguno de los indicadores de pobreza que se integraron a la estrategia, advirtió el organismo en su Diagnóstico del Diseño de la CNCH.

 

El organismo autónomo señala que en el decreto de la estrategia no se establece una clara justificación que vincule a los programas federales que se integran con los objetivos de la Cruzada.

 

En noviembre pasado, la asociación civil México Evalúa refirió que el Diagnóstico de diseño de la Cruzada Nacional contra el Hambre, que presentó el Coneval a principios de octubre, señaló imprecisiones en el esquema de la estrategia y falta de claridad en aspectos u objetivos que pueden conducir al surgimiento de problemas de coordinación.

 

En esa ocasión, la Sedesol dio a conocer algunos “resultados concretos” de la Cruzada: como la atención a dos millones de personas en pobreza extrema y carencia alimentaria, de las 7.2 millones que se planteó como meta; un aumento de 60% en el padrón de beneficiarios del programa Pensión Para Adultos Mayores, así como 1.5 millones de mujeres inscritas en el Seguro de Vida para Jefas de Familia y la instalación de 40 mil comités comunitarios.

 

Asimismo, el presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación en la Cámara de Diputados, José Luis Muñoz Soria, criticó que la página web de la Cruzada no contara con información actualizada sobre los alcances de la estrategia, rendición de cuentas sobre el cumplimiento de sus metas, indicadores y evaluaciones del programa matriz, así como la distribución del presupuesto asignado a cada uno de los 70 programas, lo que contraviene lo establecido en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.

 

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) anunció que será hasta julio de este año cuando dé a conocer las evaluaciones integrales sobre los programas de la Estrategia Sin Hambre y en diciembre un informe de evaluación de la Política de Desarrollo Social.

 

Asimismo, será hasta diciembre de 2015 cuando se concreté la evaluación de mediano plazo de la Estrategia Sin Hambre y un análisis sobre la Coordinación Interinstitucional y Participación Social.

 

De acuerdo con el Esquema General de Evaluación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, para diciembre de 2016 se prevé publicar el segundo Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social  con un capítulo de la Cruzada.

 

Hacia finales de 2017, 2018 y 2019, se hará pública una Evaluación de resultados de la Estrategia Sin Hambre, un Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (capítulo de la Cruzada) y un Informe final de evaluación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, respectivamente.

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