De marzo de 2011 a noviembre de 2013, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) halló 488 cadáveres en 222 fosas clandestinas, la mayoría en los estados del norte del país. Más de la mitad de los cuerpos, 258, fueron encontrados en municipios de Tamaulipas.

 

El primer reporte de personas halladas en entierros ilegales fue en abril de 2011 en San Fernando, donde en 41 fosas localizaron 195 cuerpos, según el informe que proporcionó la dependencia federal a través de la solicitud de información con número de folio 0000700204513.

 

Otros municipios de Tamaulipas en los que la Sedena descubrió cuerpos fueron Hidalgo, con seis; Güemes, con dos; Soto La Marina, con cuatro; Villagrán, con dos; Matamoros, con cinco; Miguel Alemán, con ocho; Llera de Canales, con siente; Altamira y Ocampo, con dos, y Salinas Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa y El Mante, con uno cada uno.

 

Además de cuatro más en Ciudad Victoria y otros 16 en San Fernando. El total de fosas que identificó la Sedena en Tamaulipas en estos casi tres años fueron 93, de ellas 53 en San Fernando, el municipio a nivel nacional en el más han encontrado depósitos clandestinos, así como restos humanos, con 211.

 

Por entidad federativa le sigue Veracruz, con 73 cadáveres, de estos 65 aparecieron en 14 fosas en San Julián, en julio de 2011. También se hallaron personas enterradas ilegalmente en Jaltipan, Nanchita, Coatzacualcos, Agua Dulce, Tihuatlán, Tres Valles y Tecuautla.

 

En estos 33 meses, el personal militar exhumó 47 restos humanos en Durango.  En abril de 2011, en Santiago Papasquiaro, localizó 13 cadáveres; entre mayo y junio de ese mismo año, 20 más en cinco fosas en la capital; en junio tres y dos en Canatitlán y San Juan del Río, respectivamente.

 

En diciembre aparecieron cuatro personas sin vida en Durango capital; en febrero de 2012 dos en Santiago Papasquiaro; en junio dos en la capital, y en enero de 2013 uno en Vicente Guerrero.

 

En Guerrero, militares encontraron los restos de 22 personas: cuatro en una fosa clandestina en San Miguel Totolalpan, en marzo de 2011; uno en una fosa en La Unión en agosto de 2012; cuatro en dos fosas en Iguala, y dos en Tecoanapa, ambos en diciembre de ese año. Además 11 en seis fosas durante 2013: dos en Acapulco, dos en Ayutla de los Libres, cuatro en Iguala y tres en Apaxtla de Castrejón.

 

A su vez, en casi tres años el personal castrense exhumó 17 cadáveres en Nuevo León. En julio de 2011, en el municipio de Juárez, fueron depositados dos cadáveres en una fosa; en noviembre, cinco en el mismo número de fosas en Aramberri, y en mayo de 2012, diez en cinco fosas en China.

 

En cuanto a número por entidad, le sigue Sinaloa, con 14.  En marzo de 2011, en siete fosas clandestinas localizaron a once de los cuerpos, y en febrero de 2013, en una fosa, tres más en Ahome.

 

En operativos militares, la Sedena también identificó ocho lugares no autorizados donde fueron enterrados 10 cuerpos en Chihuahua, en los ayuntamientos de Rosario (ocho) y Cuauhtémoc (dos), por nueve en el estado de Morelos (tres en Temixco, cuatro en Tlaltizapán y dos en Emiliano Zapata), ocho en Jalisco (siete en San Sebastián del Oeste y uno en Puerto Vallarta), así como ocho en Sonora, todos en Navojoa, en noviembre de 2013.

 

A su vez, en Nayarit, en una fosa descubierta en marzo de 2013 en Tepic, exhumaron cinco cuerpos.

 

En Michoacán y Coahuila también encontraron, en cada estado, cinco cadáveres sepultados en estos sitios ilegales, así como cuatro en San Luis Potosí.

 

El Ejército también halló un cuerpo en una fosa en Tuxtla Chico, Chiapas, en enero de 2013, y uno más en una de las cuatro fosas que identificó en Fresnillo, Zacatecas, en noviembre del mismo año.

 

Hallan 19 cadáveres en Jalisco

 

Tras su detención, Gerónimo Ibarra, presunto lugarteniente del cártel de Jalisco Nueva Generación, en Guadalajara, dio la ubicación de una de sus casas de seguridad en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, donde las autoridades localizaron los cadáveres de 19 personas.

 

El viernes pasado, personal de la Fiscalía General de Jalisco, en coordinación con la policía local, y peritos del Instituto de Ciencias Forenses del estado, acudieron  al fraccionamiento Campo Sur, en Tlajomulco, donde una célula criminal, presuntamente al servicio del Cártel de Jalisco Nueva Generación, mantenía una casa de seguridad cuya ubicación fue revelada por Ibarra, detenido el pasado 17 de febrero.

 

De acuerdo al informe de las autoridades, los peritajes en la zona, ubicada a unos tres kilómetros del crucero de la carretera a Chapala y la entrada a Cajititlán, en inmediaciones de La Calera, fue hallada una fosa clandestina. Los trabajos para recuperar los cadáveres concluyeron este fin de semana, y en total fueron rescatados los restos de 19 personas.

 

En la casa, cercana al lugar del entierro clandestino, se halló más de una tonelada de marihuana, empaquetada y distribuida en los clósets de dicha finca. En el lugar, también fueron localizados, 38 kilogramos de metanfetaminas, armas de fuego de distintos calibres,  y equipo táctico, como chalecos antibalas.

 

En cuanto a los cadáveres exhumados, personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses los trasladó a las instalaciones de la dependencia, donde ayer, iniciaron los estudios genéticos para determinar su identificación y causas de los decesos.

 

Referente a la situación de Gerónimo Ibarra, de quien la Fiscalía reconoció que se desprendió la indagatoria para localizar  la casa, el lunes pasado se informó que estaba arraigado bajo investigación de su probable responsabilidad de delitos contra la salud, delincuencia organizada, y privación ilegal de la libertad.

 

Ibarra, de 23 años, originario de Michoacán, estaba instalado en un domicilio del fraccionamiento Mirador del Valle, en Tlajomulco, donde presuntamente coordinaba la distribución de droga y otros ilícitos  en el municipio de una célula vinculada al cártel.