El 18 de abril de 2009 reveló que el Joaquín El Chapo Guzmán residía en la ciudad de Guanacevi, en Durango. Ayer, el arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, Héctor González Martínez, pidió a las autoridades federales un juicio justo para el narcotraficante más buscado del mundo y capturado el pasado sábado en Mazatlán, Sinaloa.
Además, el prelado solicitó al Poder Judicial que no se ensañe con el líder del Cártel de Sinaloa.
“A las autoridades de Estados Unidos y de México que han logrado esa captura, ahora pos ojala que, si es cierto, lo mantengan y lo juzguen honestamente, sanamente y no se vayan a ensañar o sacarle cosas que no son. Que lo mantengan y lo guarden, la condena que sea necesaria, porque primero lo detienen y luego lo sueltan”, expresó.
Respecto a las peticiones de extradición que han manifestado, de manera no oficial, autoridades estadunidenses, el arzobispo de Durango consideró que el capo debe ser primero juzgado y condenado en México.
“De todas maneras el asunto es aquí, es nacional, y el gobierno de México, si es verdad, debe mantenerse firme y juzgarlo aquí”, expresó.
-En 2009 usted cobró notoriedad al revelar la residencia de El Chapo, ¿qué le parece su detención?, se le preguntó al religioso.
“Que lo juzguen con la verdad y que no le achaquen de más, que sea un juicio justo y también una sentencia justa y que no vayan a hacer leña del árbol caído”.
Asunto de seguridad nacional
González Martínez consideró que la captura de uno de los narcotraficantes más famosos del mundo no afectará la seguridad nacional, ante una reacción violenta del Cártel de Sinaloa y, por el contrario, opinó que generará confianza entre las fuerzas federales del país para capturar a otros criminales.
“No creo que altere la seguridad nacional, al contrario, yo creo que va a generar confianza en las autoridades nacionales, porque yo sé que intervinieron también autoridades de Estados Unidos, en la parte que le corresponda a las autoridades nacionales, también les den su crédito”, expresó.
Y sobre el debate para legalizar el consumo de la mariguana en el Distrito Federal, el arzobispo de Durango negó que se trate de una coincidencia divina la captura de El Chapo.
“Esa no es coincidencia que viene de lo alto, son coincidencias humanas, las traman, las organizan también”, concluyó.
SIDE BAR
El antecedente
El 17 de abril de 2009, el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, reveló que “adelante del municipio norteño de Guanaceví vive Joaquín El Chapo Guzmán, todos lo sabemos, menos la autoridad”.
Ese día, sin dar mayores detalles, el prelado advirtió que en dos regiones de Durango se encuentran grupos armados que atemorizan a los lugareños.
“En los límites con Zacatecas, desde San Andrés del Teo, en Chalchihuites, pasando por los municipios duranguenses de Súchil, Vicente Guerrero, Villa Unión y Guadalupe Victoria, opera un grupo denominado La Familia Michoacana, que tiene amenazados a los ciudadanos y sacerdotes de la zona”.
“En el norte del estado, prosiguió el prelado, en los municipios de Santa María El Oro, San Bernardo y Guanaceví opera otro grupo delictivo”.