El índice de asesinatos, extorsiones, robos, y lesiones dolosas vinculadas al crimen organizado en Guanajuato se incrementaron en enero de 2014 en comparación con las cifras registradas en el mismo mes de los últimos dos años. El desplazamiento de organizaciones criminales de entidades vecinas parece ser el fenómeno que disparó la violencia en el estado.

 

Aunado a esa situación, la captura de capos, hallazgo de cadáveres, localización de laboratorios clandestinos y el aseguramiento de cargamentos de droga, se han vuelto una constante en municipios del estado. La vinculación con delincuentes provenientes de Jalisco y Michoacán, estados colindantes, también se ha hecho presente en esos delitos.

 

Las cifras no mienten. De acuerdo con el registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en Guanajuato el número de extorsiones se disparó 165% con respecto a las 20 registradas en 2012, mientras que en 2013 se denunciaron 35 casos.

 

En el mismo mes, los homicidios crecieron 81%, al sumar 178, de los cuales 49 fueron dolosos; en el 2013 se contaron 150, y en 98 en 2012. Las lesiones, se incrementaron 26% en comparación con lo registrado, al contabilizar 896, todas, con excepción de un caso, fueron con dolo. En el 2013 sumaron 710 y en 2012 fueron 799.

 

La misma tendencia se vio reflejada en los robos; de los 2 mil 851 registrados, 470 de esos fueron con violencia, cuando el año pasado apenas se superaron los 360 atracos violentos, y en 2012, sólo hubo 53.

 

Este diario publicó que la magnitud de la problemática de violencia con la que la entidad arrancó el 2014, alcanzaba un promedio dos personas asesinadas al día, una cifra nunca antes vista en la entidad. Y de acuerdo con un seguimiento informativo, la mayoría de los casos tendría relación con víctimas asesinadas con armas de grueso calibre, signos de tortura, y la aparición de mensajes atribuyéndose los crímenes.

 

Los ilícitos ligados a investigaciones por crimen organizado, o hechos violentos por disputa territorial de los municipios van en aumento. Así lo reflejan los casos que no tenían precedente, y con la estrategia federal emprendida en Michoacán, pudiera entender como un desplazamiento delictivo.

 

Un ejemplo de ello fue que el pasado 12 de febrero fue localizado un laboratorio clandestino para la elaboración de drogas sintéticas en el municipio de Silao, el cual tenía dimensiones similares a las de una nave industrial, y es considerado el mayor en su tipo encontrado a la fecha en el país.

 

Más de dos toneladas de la droga conocida como “cristal” fueron inautadas en dicho laboratorio subterráneo y que por afuera tenía la apariencia de un establo.

 

Las indagatorias sobre el laboratorio, donde se encontraron más de 50 tambos con precursores químicos, han determinado que la ubicación, a menos de un kilómetro del Aeropuerto Internacional de Guanajuato, favorece el traslado de la droga hacia otras entidades, ya sea por tierra, a través de la red carretera o por aire.

 

Guanajuato, se ha consolidado como una ruta de operación para el trasiego de drogas que opera el cártel de los Templarios, principalmente, además se ha incrementado la detección de tomas clandestinas de ductos y poliductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), negocio que opera esta organización ofreciendo protección para quien roba el combustible, esto permite dinero fácil y rápido.

 

En lo que va del año, se ha reportado la detención de varios narcomenudistas, y personas ligadas al crimen organizado. Sin duda, la detención de mayor relevancia fue la de Tirso Martínez Sánchez, presunto líder lideraba una red de narcotráfico que iba desde Colombia, hacia México, Estados Unidos y Europa.

 

Martínez Sánchez, fue detenido en una residencia de la colonia La Martinica, en la ciudad de León, Guanajuato, el pasado 2 de febrero, y hasta la fecha de su captura era reconocido por las autoridades de coordinar la distribución de droga en distintos estados norteamericanos.

 

Los casos

 

El pasado 22 de enero, fueron hallados los cadáveres de cuatro hombres, amordazados, con huellas de tortura, abandonados al interior de un taxi, a un costado de la carretera Coroneo-Jerécuaro.

 

Siete días después, un operativo del Ejército, logró asegurar más de 80 kilogramos de mariguana, en el tramo carretero de Jalisco que colinda con el municipio de San Francisco del Rincón, en Guanajuato.