CARACAS. Un manifestante falleció en la ciudad centro costera de Maracay durante incidentes violentos registrados en esa localidad con lo que se elevan a 16 los muertos que han dejado las protestas callejeras de las últimas semanas en Venezuela, anunció el martes una autoridad.
El cuerpo del manifestante fue localizado a las afueras de un comercio en Maracay que fue saqueado la víspera, dijo Nelson Guárate, alcalde del municipio Mario Briceño Iragorry a la emisora local Unión Radio. Guárate no ofreció detalles de la identidad del fallecido ni como ocurrió el deceso.
En tanto en la capital venezolana se vivió un nuevo día de protestas cuando decenas de opositores se concentraron en una plaza del este de Caracas y marcharon pacíficamente hasta la sede de la embajada de Cuba, donde fueron recibidos por centenares de guardias nacionales con equipos antimotines que bloquearon su paso hacia la sede diplomática.
“Venezuela está en la calle con coraje y determinación para librarse del yugo autoritario de Nicolás Maduro quien ha permitido vuestra presencia e injerencia (de Cuba) en los asuntos de la nación”, dijo la dirigente estudiantil Gaby Arellano a un grupo que se concentró frente a una barrera de guardias nacionales apostados en las cercanías de la embajada cubana.
“Rechazamos su presencia en las instalaciones de la fuerza armada, así como en otras áreas estratégicas de nuestra república”, indicó Arellano al condenar lo que consideró la “injerencia” cubana en el país.
La dirigente estudiantil dijo que también acudirían a las embajadas de Chile y México para “pedirle a los gobiernos hermanos del continente se pronuncien ante la violación de derechos humanos de los últimos días tras estar en protesta pacífica y cívica tanto del movimiento estudiantil como de los sectores vivos de la sociedad”.
En tanto, empleados de la estatal Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela marcharon por algunas de las principales avenidas del centro de la capital hasta la sede del palacio de gobierno.
En los últimos cuatro días oficialistas han organizado varios eventos en el palacio presidencial en apoyo a Maduro, de 51 años, que enfrenta su primera crisis desde que asumió el gobierno en abril de 2013 luego de la muerte del expresidente Hugo Chávez.
Las principales avenidas y autopistas del este de Caracas, que la víspera fueron tomadas por decenas de manifestantes que las bloquearon con barricadas de basura y troncos de árboles, amanecieron el martes totalmente despejadas.
En la ciudad centro costera de Valencia, capital del estado Carabobo, se registraron protestas callejeras en las que manifestantes bloquearon por segundo día consecutivo una de las principales vías de esa localidad, informó en su cuenta de twitter Francisco Ameliach, el gobernador estatal.
Ameliach, del oficialismo, dijo que “grupos violentos financiados y protegidos” por un alcalde opositor trancaron una vía de Valencia.
El gobernador indicó que durante las protestas del lunes en Valencia resultó herido un guardia nacional y mostró su fotografía en twitter sin ofrecer más detalles.
Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado desde comienzos de mes protestas callejeras contra la galopante inflación, el desabastecimiento de bienes básicos y la creciente criminalidad.
Opositores y activistas de derechos humanos han denunciado que la Guardia Nacional y la policía han incurrido en “excesos” y “abusos” al contener las protestas, señalamientos que han sido objetados por las autoridades.
Maduro ha rechazado las protestas considerándolas parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado.
Los violentos incidentes ocurridos en Caracas y otras ciudades del interior han dejado 16 muertos, 149 heridos y 579 detenidos de los cuales las autoridades le abrieron proceso sólo a 45, entre ellos a nueve funcionarios de los cuerpos de seguridad.
En un intento por tratar de aplacar las tensiones, el mandatario convocó para el miércoles una “conferencia por la paz”, pero el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles desestimó la iniciativa alegando que el gobernante no puede llamar a un diálogo porque es “parte en el conflicto”.
Capriles dijo el lunes a la prensa que el palacio de gobierno “no es un escenario para convocar la paz en el país” porque allí es donde se “ordena la represión” a los manifestantes.