BEIRUT. Las fuerzas sirias mataron a 175 insurgentes en una emboscada al sur de la capital, Damasco, informaron los medios de prensa estatales el miércoles.

 

La agencia noticiosa oficial SANA dijo que el ataque perpetrado por las fuerzas del presidente Bashar Assad ocurrió al amanecer en una zona del este de Ghouta dominada por la oposición.

 

De ser confirmado, sería uno de los ataques más mortíferos por parte de las fuerzas gubernamentales contra los insurgentes en el área.

 

Según SANA, casi todos los rebeldes murieron cerca del lago Oteibah, al sur de Damasco.

 

SANA indicó que la operación del ejército fue “un golpe demoledor para los terroristas”, denominación usada por los medios estatales sirios contra los insurgentes.

 

SANA colgó varias fotos en internet mostrando decenas de cadáveres tendidos en un descampado, algunos con uniforme de combate pero en su mayoría vestidos de civil. Algunos aparentemente habían transportado bolsas con ropa y botellas de agua, que aparecían esparcidas en el suelo, indicio de que cambiaban de lugar cuando cayeron en la emboscada.

 

Según SANA, un comandante de la zona indicó que la mayor parte de los insurgentes pertenecía a Frente Nusra, un grupo rebelde ligado a Al-Qaeda.

 

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres, mencionó la matanza, indicando que 70 insurgentes fueron muertos en el ataque del miércoles.

 

El Observatorio, que ha documentado casi tres años de guerra civil en Siria mediante las informaciones de activistas sobre el terreno, dijo que el número de muertos seguramente aumentará porque 89 insurgentes fueron dados como desaparecidos.

 

En una transmisión en directo desde la zona, la televisora libanesa Al-Mayadeen mostró decenas de cadáveres tendidos sobre un camino de tierra.

 

Un coronel del ejército dijo a Al-Mayadeen que sus soldados actuaron según informaciones de inteligencia y que los insurgentes perdieron “más de 150 hombres” en el ataque. Tanques del ejército sirio y vehículos blindados de personal fueron vistos en la retransmisión así como unidades de a pie de patrullaje.

 

El conflicto sirio comenzó de forma mayormente pacífica en marzo del 2011 contra el régimen de Assad. Degeneró en una guerra civil con tintes sectarios, enfrentando a los insurgentes sunis contra el gobierno de Assad dominado por los alauíes, una secta escindida del chiísmo.

 

Más de 140.000 personas han sido muertas en la guerra civil, según los activistas.