SIMFEROPOL. El ejército ruso tomó el control de Crimea después que el Parlamento en Moscú autorizó el sábado al presidente Vladimir Putin el uso de fuerzas militares para proteger los intereses de Moscú en Ucrania.
El gobierno recién instalado en Kiev fue incapaz de reaccionar a las acciones de las tropas rusas estacionadas en la estratégica región y más enviadas a la zona, ayudadas por grupos ucranianos prorrusos.
Putin solicitó y rápidamente recibió la aprobación del Parlamento para usar su ejército a fin de proteger los intereses de Rusia en toda Ucrania. Pero mientras las protestas a veces violentas a favor de Rusia estallaban el sábado en varias regiones de habla rusa en el este de Ucrania, la atención inmediata de Moscú parece centrarse en Crimea.
Las tensiones se intensificaron cuando el presidente interino de Ucrania, Oleksandr Turchynov, anunció ya entrada la noche que había ordenado que las fuerzas armadas del país estuvieran en estado de alerta debido a la amenaza de una “agresión potencial”.
Hablando en la televisión ucraniana, Turchynov dijo que también ha ordenado aumentar la seguridad en las plantas electronucleares, aeropuertos y otra infraestructura estratégica.
Ignorando la advertencia hecha el viernes por el presidente estadounidense Barack Obama de que la intervención militar de Rusia “tendrá un precio”, Putin dio un drástico paso en el conflicto sobre el futuro de Ucrania al evocar los recuerdos de la política arriesgada de la Guerra Fría.
El viernes, Ucrania acusó a Moscú de una “invasión y ocupación militar” en Crimea, una región estratégica donde está la sede de la flota rusa del Mar Negro. El primer ministro de Ucrania, Arsen Yatsenyuk, exhortó a Moscú “a retirar sus tropas y regresarlas a sus bases”, según lo citó la agencia noticiosa Interfax.
“Socios rusos, dejen de provocar resistencia civil y militar en Ucrania”, agregó Yatsenyuk.
La lealtad de la población de 46 millones de habitantes de Ucrania se encuentra dividida entre Rusia y Europa, con gran parte de la región occidental de Ucrania abogando por lazos más estrechos con la Unión Europea mientras que las regiones en el oriente y el sur buscan el apoyo de Moscú. La mayor parte de la población de Crimea, una región semiautónoma que Rusia cedió a Ucrania en la década de 1950, habla ruso.
La solicitud de Putin se refirió vagamente al “territorio de Ucrania” en lugar de hablar específicamente de Crimea, aumentando la posibilidad de que Moscú pudiera usar la fuerza militar en otras provincias de habla rusa en el este y el sur de Ucrania, donde muchos se oponen a las nuevas autoridades de Kiev.
La autorización del parlamento ruso para usar la fuerza militar en Ucrania es una medida que apunta a formalizar lo que funcionarios ucranianos describen como un despliegue ya en marcha de tropas rusas en Crimea.
El voto unánime del Parlamento ocurrió se produjo mientras estallaban manifestaciones a favor de Rusia en las principales ciudades del este y el sur de Ucrania, donde los manifestantes hicieron ondear banderas rusas y golpearon a los simpatizantes del nuevo gobierno ucraniano.
Esta es la más reciente escalada luego de que un movimiento de protesta encaminado a que Ucrania estreche sus lazos con la Unión Europea en detrimento de Rusia provocó la caída del presidente prorruso del país la semana pasada.
El primer ministro de Crimea, Sergei Aksenov, declaró que las fuerzas armadas, la policía, el servicio de seguridad nacional y los guardias fronterizos responderán únicamente a sus órdenes.
Crimea se convirtió en parte de Ucrania en 1954, cuando el gobernante soviético Nikita Kruschov transfirió la jurisdicción desde Rusia, una medida que fue un mero formalismo cuando tanto Rusia como Ucrania eran parte de la Unión Soviética. Con el derrumbe de la URSS en 1991, la región quedó dentro de la Ucrania independiente.
Rusia ha adoptado una postura de confrontación hacia su vecino del sur después de que el presidente prorruso Viktor Yanukovich huyó del país. Yanukovich fue destituido por el Parlamento después de semanas de protestas que desembocaron en un estallido de violencia que dejó más de 80 muertos.
Los manifestantes buscaban su dimisión después de que desistió de firmar un acuerdo para acercar a Ucrania a la Unión Europea en lugar de Rusia. Yanukovich se refugió en Rusia y aún sostiene que es el presidente.
Aksenov, el jefe del principal partido prorruso en la península, apeló a Putin “para asistencia a fin de garantizar la paz y la tranquilidad en el territorio de la república autónoma de Crimea”.
Aksenov fue elegido por el parlamento de Crimea el jueves después de que hombres armados favorables a Rusia tomaron el edificio y las tensiones aumentaron por la resistencia de la región a las nuevas autoridades de Kiev, que asumieron sus cargos esta semana.